En las ruinas de la antigua ciudad de Olimpo, al sur de Turquía, arqueólogos han desenterrado un enigmático mensaje tallado en piedra que resuena con fuerza incluso 1.500 años después: “Solo los que siguen el camino recto pueden entrar aquí”.
Esta advertencia fue hallada en la entrada de una iglesia bizantina del siglo V, escrita en griego antiguo mediante un mosaico de teselas de colores, y parece haber servido tanto como guía espiritual como filtro ideológico a los fieles del cristianismo primitivo.
Una advertencia a para no cristianos
El hallazgo tuvo lugar en la llamada Iglesia nº1 de Olimpo, situada en la región de Licia, una zona célebre por su riqueza arqueológica. La inscripción, dispuesta en forma de círculo frente al acceso principal del templo, refleja los códigos éticos que definieron los primeros siglos del cristianismo en Asia Menor. Según Gökçen Kutluş Öztaskın, director de las excavaciones y profesor en la Universidad de Pamukkale, el descubrimiento reafirma el papel de Olimpo como uno de los enclaves bizantinos más importantes del Mediterráneo oriental en cuanto a arte sacro y arquitectura religiosa.
Además del mosaico central, los arqueólogos han localizado otras inscripciones laterales decoradas con motivos geométricos y botánicos, donde figuran los nombres de los benefactores que financiaron la construcción de la iglesia. Este tipo de mecenazgo era habitual en los primeros templos cristianos, cuando el cristianismo empezaba a institucionalizarse y a ocupar espacios clave en ciudades romanas. Los expertos interpretan estas inscripciones como expresiones públicas de devoción y prestigio social.
Una antigua necrópolis romana con su templo
Pero las excavaciones han revelado mucho más que advertencias espirituales. En el mismo entorno se ha documentado una vivienda civil del siglo V construida sobre una antigua necrópolis romana, lo que sugiere una transición urbana de cementerio pagano a núcleo habitacional cristiano. En ella se encontró un pithos, una vasija de gran tamaño usada para almacenar alimentos o vino, hoy exhibida en el Museo Arqueológico de Antalya junto a otros hallazgos de la ciudad.
Olimpo, que floreció durante el período helenístico y fue un enclave clave bajo dominio romano y bizantino, conserva además restos de un palacio episcopal, un mausoleo dedicado al gobernante licio Marco Aurelio, un puente romano, tumbas monumentales y varios templos con suelos de mosaico excepcionalmente bien conservados. En palabras del equipo excavador, se trata de “una de las regiones antiguas con mayor densidad de mosaicos de toda Turquía”, y las expectativas están puestas en nuevas inscripciones que amplíen el relato histórico de la ciudad.















