El coche eléctrico sigue dependiendo de ayudas económicas para consolidarse. Su corta trayectoria demuestra que allí donde ha triunfado, lo ha hecho con subsidios sostenidos. China es el ejemplo más claro: el apoyo gubernamental no solo ha popularizado la tecnología, sino que ha permitido que su industria automovilística comience a amenazar a la occidental.
Además, el país asiático necesita dinamizar su economía, y el coche eléctrico ha sido una vía eficaz para absorber el exceso de producción. Pero en España las cosas se están poniendo más complicadas de lo que cabría esperar al retirarse todas las ayudas.
El coche eléctrico se desploma: en España se venden mucho menos coches de lo esperado tras la retirada de las ayudas y subvenciones
Si en Europa, con casos como el de Alemania y Noruega demuestran que el coche eléctrico sin ayudas no avanza, y algunos fabricantes han comenzado a recular en sus planes de movidlidad ecológica en base a la electricidad, en España parece que seguimos un rumbo similar o incluso peor.

La negativa a aprobar el Decreto Ómnibus en enero supuso el fin del Plan MOVES III, que facilitaba hasta 7000 euros en la compra y subvencionaba parte de la instalación del cargador. Pese a sus retrasos burocráticos, el programa había sido clave para impulsar las matriculaciones. El Gobierno prometió una reforma para agilizar los pagos e incluso sugirió que las ayudas se entregarían en el momento de la compra, pero nada de esto se concretó.
Solo en el último momento se aprobó una prórroga hasta mediados de enero, dejando en el aire el futuro de los incentivos. Los efectos no han tardado en hacerse notar. "Los pedidos se han parado en seco", aseguraba Paco Pérez Botello, presidente de Volkswagen Group España Distribución, en declaraciones al medio Cinco días. "Si no hay ayudas, lo notaremos en las matriculaciones de marzo". Otras marcas coinciden en el diagnóstico: tras la retirada de los incentivos, el interés por los eléctricos se desplomó, a pesar de las campañas publicitarias.
El horizonte para el coche eléctrico en España es desolador: las ayudas son vitales para vender más modelos
Se ha sugerido que quienes compraron un coche eléctrico a principios de enero recibirán las ayudas, y que el nuevo programa incluirá las ventas de febrero. Sin embargo, la incertidumbre ha frenado a muchos compradores. Modelos recién lanzados, como el Hyundai Inster, el Skoda Elorq o el futuro Renault 5, dependen de un mercado activo. "Podemos llegar a una cuota del 10% en 2025, pero dependerá de los incentivos", subrayaba Pérez Botello.

El problema es cíclico. La espera de nuevas ayudas genera una parálisis similar a la guerra de precios entre fabricantes: el cliente retrasa la compra esperando una mejor oferta. Sin incentivos, el coche eléctrico sigue siendo demasiado caro para la mayoría. El sector necesita un plan estable -sobre todo cuando España fabrica estos coches-, y la gran incógnita es cuándo llegarán los nuevos apoyos. Fabricantes y compradores los esperan con impaciencia.