Bright Memory: Infinite

Una aventura de acción en primera persona con disparos y espadazos

La escena independiente muchas veces nos sorprende con juegos realizados por una única persona, muchas veces de estilo pixel art, pero en este caso estamos ante un shooter en primera persona con un apartado gráfico muy puntero, realizado por un único desarrollador. Lo que comenzó siendo Bright Memory, una experiencia muy breve, casi a modos de demostración, evolucionó a un juego completo con Bright Memory: Infinite, una aventura de acción en la que combatimos a tiros y espadazos, como en un hack and slash, y que sigue siendo una experiencia relativamente breve pero intensa, de unas dos horas de duración.

Ambientado en un futuro cercano, el juego presenta una trama que mezcla ciencia ficción con elementos sobrenaturales, poniéndonos en la piel de Shelia, una agente de la Organización de Investigación de Ciencias Sobrenaturales (SRO), que se ve envuelta en un conflicto alrededor de un misterioso fenómeno que amenaza al mundo. Tenemos que recorrer escenarios que combinan paisajes naturales y urbanos futuristas con antiguas ruinas chinas, combatiendo a multitud de enemigos, utilizando armas de fuego como un rifle automático, una escopeta, una pistola y un rifle francotirador, junto a una katana. Con una habilidad para atraer a los enemigos y electrocutarlos, y movimientos de esquiva tipo dash, ofrece un sistema de combate muy ágil y dinámico, que se pone especialmente a prueba en sus espectaculares y desafiantes jefes finales.

El juego también llama especialmente la atención por su imponente apartado gráfico, sacando partido de los equipos más potentes, y sorprendentemente meritorio si tenemos en cuenta que está realizado por una única persona.