Bethesda nos ha traído en los últimos años algunos de los mejores juegos del mercado (como Skyrim o Fallout) utilizando su propio motor gráfico, llamado Creation Engine.
El motor es una evolución del XnGine creado en 2002 para desarrollar The Elder Scrolls III: Morrowind y se estrenó el 11 de noviembre del 2011 para lanzar The Elder Scrolls V: Skyrim, el que para muchos ha sido el mejor juego de rol de los últimos años.
Ahora, con proyectos nuevos en mente como The Elders Scrolls VI o Starfield y a pesar de que el Creation Engine tiene ya 7 años de vida, Bethesda se reafirma en su uso de cara al futuro, confirmando que será la herramienta para dar vida a sus juegos de próxima generación.
Evidentemente, el motor en estos juegos incorporará bastantes cambios tal y como ha ocurrido en Fallout 76, juego para el que se han actualizado el sistema de renderizado o de iluminación del motor gráfico.
Según Todd Howard, para "Starfield habrá aún más cambios y para The Elder Scrolls VI hay más allá en el horizonte. Nos gusta nuestro editor. Nos permite crear mundos realmente rápido y los modders lo conocen muy bien. Hay algunas formas elementales con las que creamos nuestros juegos y vamos a continuarlas porque nos permiten ser eficientes y creemos que funcionan mejor".