Para muchos lectores y aficionados a Harry Potter, J. K. Rowling, autora y máxima responsable del universo del mago, se ha desvelado como el ejemplo perfecto de lo que significa la transfobia. Sus declaraciones, en las que que criticaba el término 'personas que menstrúan', corrieron como la pólvora y se volvieron en contra de ella. Millones de aficionados se unieron para darle la espalda, obligando a Warner Bros. a apagar varios fuegos, y a actores como el propio Daniel Radcliffe, protagonista absoluto de la marca, a criticarla abiertamente. Ahora, en una reciente entrevista a Eddie Redmayne en el Daily Mail, el actor llama a la calma. Cree que se han cruzado líneas rojas con las amenazas.
Unos comentarios que no respalda aunque cree que las formas y el odio generado contra ella está injustificado
"Creo que es un asunto muy turbio, con comentarios y ataques que han sido nauseabundos", comenta el actor. "No comparto sus comentarios, pues hablamos de un colectivo que sufre la negación de sus derechos humanos en todo el mundo y se enfrenta a la discriminación diariamente", matiza mientras promocionaba su nueva película, The Trial of the Chicago 7. "Quiero decir, el odioso torrente de agresiones contra las personas trans sigue estando ahí, tanto online como en el mundo real, y es desolador", argumenta el actor que triunfó con La chica danesa.
"Pero el vitriolo vertido contra Rowling es absolutamente repugnante", concluye. De hecho, el intérprete confirma que le ha escrito una carta mostrándole su apoyo, añadiendo que su confirmación como Newt Scamander no está en peligro para la esperada Animales fantásticos 3, la tercera película de la trilogía de precuelas centrada en el científico.
Sin embargo, aunque la cosa parecía calmada, hace unas semanas se confirmó que J. K. Rowling había ambientado su próxima novela Troubled Blood, una saga de libros policíacos, en un nuevo caso en el que la autora imagina a un asesino en serie que se viste de mujer para cometer sus crímenes. Esto volvió a desatar una ola de declaraciones, comentarios críticos y campañas contra la escritora en redes sociales.
