El coronavirus ha paralizado por completo la vida como la conocemos en cientos de países. La enfermedad, surgida en China a finales del año pasado, pronto se extendió por todo el planeta, causando millares de fallecidos e infectando a millones de personas. Mientras los gobiernos evitan que el sistema sanitario colapse de nuevo, han diseñado planes de desconfinamiento para terminar con la cuarentena. Pero es una tarea difícil, y vigilar que la población siga las normas de distanciamiento social o usen mascarillas es muy complejo. Mientras en lugares como España se usa a la policía y la guardia civil, en Singapur han aprobado la idea de usar pequeños robots autómatas.
Black Mirror se hace real
Si recordáis el capítulo Metalhead de Black Mirror, quizás os parezca inquietante. Spot, el pequeño robot diseñado por Boston Dynamic tiene una misión muy sencilla: patrullar las zonas de mayor tránsito en las grandes ciudades y evitar que los ciudadanos se junten demasiado, invitándolos a mantener la distancia social en pos de evitar todos los contagios posibles y reducir la transmisión de virus.
Spot imita la forma de andar de un perro, es bastante rápido, y según comentan las autoridades, es muy persuasivo.
El robot, usado por las fuerzas de seguridad para mantener y cubrir más terreno, ayuda a los policías a no contagiarse del COVID-19, y dada la versatilidad de su equipo -con altavoces y cámaras de alta definición incorporadas- tiene todas las garantías técnicas para poder dar fe de que se actúa de forma correcta llegado el momento. De hecho, Spot, gracias a su altavoz, avisa de las posibles infracciones constantemente y recuerda las normas de seguridad en todo momento. Aunque se desconocen cuántas unidades de este Spot hay circulando en en los parques de Singapur, El País puede confirmar que está siendo desplegado en los grandes espacios abiertos de algunas de las grandes ciudades asiáticas con gran éxito.