Que arroje la primera piedra quien no se haya hecho un selfie alguna vez. Este nuevo modo de retratarnos a nosotros mismos se puso de moda con la combinación entre la llegada del smartphone a nuestras vidas y las redes sociales.
Un desorden mental
Un grupo de investigadores de la Nottingham Trent University y Thiagarajar Shcool of Management confirmaron que existe un desorden mental que nos incita a fotografiarnos más a menudo.
La autoestima juega un papel importante, induciendo al individuo a fotografiarse obsesivamente a sí mismo. Así lo han publicado en el informe de su investigación en el International Journal of Mental Health Addiction.
Según los investigadores, aquellas personas que sufren problemas de autoestima desarrollan una tendencia mayor a realizar selfies. Se trata de un modo mediante el cual tratan de aumentar su confianza o estado de ánimo.
Siguiendo esta misma línea, los investigadores también han señalado que tomarse autofotos puede llegar a convertirse en un comportamiento adictivo, que apunta a más problemas subyacentes relacionados con la salud mental, como la baja autoconfianza.
“Por lo general, las personas que sufren de baja confianza en sí mismas y buscan ‘encajar’ con quienes les rodean, pueden mostrar estos síntomas”, explica el Dr. Janarthanan Balakrishnan al New York Post. “Esperamos llevar a cabo nuevas investigaciones para comprender más acerca de cómo y por qué las personas desarrollan este comportamiento potencialmente obsesivo, y qué se puede hacer para ayudar a las personas más afectadas”.