¿Y si todos los volcanes del mundo compartieran un origen común? Un estudio reciente publicado en Nature Geoscience revela algo sorprendente: las lavas que emergen de puntos calientes como Hawái, Islandia o las Islas Canarias tienen un antecesor químico común en el manto terrestre. Sí, el mismo manto que pensábamos que era una sopa de reservorios diversos es, en realidad, mucho más homogéneo de lo que imaginábamos.
“Es como la humanidad: somos increíblemente diversos, pero todos compartimos un ancestro común”, dice Matthijs Smit, investigador principal de la Universidad de Columbia Británica, en un comunicado. Según Smit, las diferencias que vemos en las lavas no se originan en el manto, sino en el camino que recorren hacia la superficie. La interacción del magma con las rocas de la corteza es la que les da sus “sabores” únicos.
El manto es más homogéneo de lo que se creía
Durante décadas, los científicos creían que el manto contenía bolsillos aislados y antiguos de material químico. Pero este estudio derrumba esa idea y propone un modelo más simple y elegante. “Hemos descubierto que las lavas de los puntos calientes comparten la misma composición inicial”, explica Smit. Esto significa que todo ese espectáculo de colores y texturas en la lava es el resultado de su viaje, no de su origen.
Este hallazgo no solo revoluciona nuestra comprensión del manto terrestre, sino que también elimina la necesidad de conceptos como los “reservorios primordiales” que nunca encajaron del todo con la teoría de convección del manto. Ahora, la investigación geológica puede enfocarse en nuevas hipótesis para explicar la evolución química de nuestro planeta y los ciclos globales de elementos.
A pesar de lo revelador de estos hallazgos, explorar el manto sigue siendo un reto casi imposible. Perforar kilómetros de roca para alcanzarlo está fuera de nuestro alcance, por lo que dependemos de pistas indirectas como la lava que nos regalan los volcanes. Este estudio nos recuerda que, aunque todavía hay mucho por descubrir, cada erupción nos cuenta una pequeña parte de la historia oculta de la Tierra. Y esa historia está más conectada de lo que jamás pensamos.