Imagina pasarte los últimos 15 años construyendo una increíble mansión de ensueño para después ponerla a la venta por la friolera cantidad de 161 millones de dólares (unos 107 millones de euros al cambio). Esto es lo que le ha sucedido a Darwin Deason, un empresario multimillonario y donante político estadounidense que, tal y como recogen en New York Post, al parecer se ha dado cuenta de que no usa tanto la propiedad como esperaba en un inicio, por lo que ahora ha preferido optar por venderla para recuperar la inversión realizada en ella y que sea otro quien disfrute sus comodidades y privilegios.
Así es la espectacular mansión 'Castillo de Arena' que se vende por 161 millones de dólares en California
Darwin Deason fundó Affiliated Computer Services en el año 1988 y vendió la empresa a Xerox en 2009 por algo más de 6 mil millones de dólares. Ese mismo año, gracias al "pellizco" de dinero que se había adjudicado, el rico empresario decidió comprar una parcela en La Jolla Bay, California, por 38,9 millones de dólares, y de paso una majestuosa mansión en la zona construida algunos años antes, en 2005.
Apodada por los vecinos como el 'Castillo de Arena', esta lujosa mansión de exuberante arquitectura inspirada en el Palacio de Versalles y el prestigioso Hotel du Cap-Eden-Roc se extiende a día de hoy sobre más de 1.200 metros cuadrados, con intrincadas columnas de piedra, amplios balcones y su propia playa elevada privada.
La construcción, que fue desarrollada originalmente por Doug Manchester, es a todas luces una oda a Europa y el viejo mundo, pues presenta pisos de mármol, mosaicos extravagantes y habitaciones con detalles que brillan en oro macizo, junto con vistas panorámicas en tres direcciones distintas.
Tras adquirirla, Deason no estaba del todo contento con el diseño de la mansión, así que decidió demolerla hasta sus cimientos y reconstruirla a su gusto, añadiendo una casa de invitados inspirada en Le Petit Trianon, el retiro privado de María Antonieta, que además tiene en su interior un bar de temática náutica que refleja el yate privado de Deason, con pinturas marinas y un par de estatuas de sirenas del siglo XVIII.
El empresario quería fusionar la elegancia francesa con el lujo californiano. Para lograr completar su visión, Deason contrató al destacado diseñador Timothy Corrigan, cuya clientela incluye a la élite y la realeza de Hollywood. La casa principal, por ejemplo, ostenta una gran sala de estar con techos artesonados y un comedor con capacidad para 16 personas. La finca, por su parte, también posee una piscina, un gimnasio, una oficina o dos cabañas, y hay hasta dos cuevas naturales en la base del terreno.
Por si esto no fuera poco, todos los muebles de la mansión han sido hechos a medida, desde las alfombras hasta las cortinas. E incluso, por rocambolesco que suene, la arena blanca de la playa privada cercana es importada de Georgia por valor de cerca de 40.000 dólares, puesto que Deason asegura que no le gusta la arena de las playas de California.
En total, el empresario calcula que ha invertido en la construcción unos 89 millones de dólares, sin contar los costes del terreno. No obstante, ahora quiere desprenderse de esta lujosa mansión ya que no la usa tanto como sus otras propiedades, como su casa de vacaciones en Cabo San Lucas, México, o su refugio junto al lago Cedar Creek. De lograr venderla al exorbitante precio solicitado, superaría el récord inmobiliario actual del condado de San Diego, establecido a principios de este 2024 por el también multimillonario Egon Durban, quien se gastó 44 millones de dólares en una propiedad en Del Mar.