Los actores y actrices de Hollywood tienen miedo del mal uso de la inteligencia artificial. Robert Downey Jr., una de las grandes estrellas de nuestro tiempo, conocido por sus papeles icónicos en cintas como Oppenheimer (por la que recibió un Óscar) y particularmente venerado en el rol de Iron Man, se prepara para unregreso por todo lo alto e impactante al célebre y venerado Universo Cinematográfico de Marvel (UCM). Eso sí, el actor ha dejado claro que su regreso será bajo sus propios términos, sin intermediarios digitales ni el uso de la inteligencia artificial, una técnica que causa el miedo y el enfado de actores y actrices en toda la industria y que, además, fue uno de los puntos clave de la huelga de los sindicatos del año pasado.
La rotunda decisión de Robert Downey Jr.: se niega a ser recreado con IA, incluso tras su muerte
En entrevista con la periodista Kara Swisher en su popular podcast, Downey Jr. mostró su confianza en el equipo actual de Marvel, aunque cuando se tocó el tema de las representaciones digitales mediante inteligencia artificial y otras técnicas, como polémico deepfake, fue tajante: él no aceptará ser recreado con este tipo de herramientas ni en vida ni en la posteridad. "No me preocupa que secuestren el alma de mi personaje porque hay tres o cuatro personas clave que toman todas las decisiones, y nunca me harían eso, ni conmigo ni sin mí", indica el intérprete.
Swisher le recordó que no siempre serán las mismas personas las que ocupen esos cargos, lo que llevó al actor a bromear con sarcasmo. "Tienes razón. Déjame declarar aquí que tengo la intención de demandar a todos los futuros ejecutivos por pura precaución", indicó un Robert Downey Jr.
bastante irónico. "Incluso cuando muera, tendré un bufete de abogados que seguirá muy activo", concluía. Es un tema peliagudo. El auge de la inteligencia artificial en la industria del cine plantea un nuevo desafío para los derechos de imagen y semejanza de actores y actrices.
Esta tecnología, cada vez más avanzada, es capaz de recrear a personas con un realismo asombroso, y ya ha suscitado controversias. Uno de los ejemplos más destacados es el caso de Peter Cushing, quien, a pesar de haber fallecido en 1994, fue recreado digitalmente en Rogue One: Una historia de Star Wars para retomar su papel de Grand Moff Tarkin. La decisión generó un fuerte debate sobre los derechos póstumos de los artistas, y Kevin Francis, productor y amigo cercano de Cushing, se opuso públicamente a esta resurrección digital, afirmando que el actor nunca dio permiso para tal uso de su imagen.
Desde hace años, se rumorea que hay clones digitales de algunos actores y actrices de cara al futuro, pero el citado caso de Cushing y las firmes declaraciones de Downey Jr. abren una discusión importante sobre la ética en el uso de la IA para recrear a artistas de fama mundial en pantalla.