Los científicos han estado fascinados e investigando exhaustivamente lo que ocurre con el cuerpo humano después de la muerte, ya que es uno de los misterios más debatidos y no resueltos en la historia. Este interés ha llevado a numerosos estudios que buscan entender mejor los cambios biológicos y moleculares que se presentan durante el proceso de muerte, particularmente en el cerebro, el órgano más complejo y vital del cuerpo.
El cerebro modifica el ARN
Un estudio reciente ha revelado que, a medida que el cerebro se queda sin oxígeno durante el proceso de muerte, lucha por mantenerse vivo mediante la mutación de las células en su interior. Los científicos de la Escuela de Medicina Icahn en el Hospital Monte Sinaí en Nueva York encontraron que los tejidos cerebrales de personas fallecidas y vivas presentan diferencias significativas. Esta investigación destaca cómo el cerebro modifica el ARN, un proceso crítico para la producción de proteínas, lo cual es vital para la función celular y la salud general del organismo.
El proceso de edición del ARN, conocido como edición A-to-I, es una modificación natural donde la molécula de adenosina se convierte en inosina. En el estudio, se descubrió que en los tejidos recientemente fallecidos había una mayor cantidad de ediciones de ARN en comparación con los tejidos vivos. Específicamente, se encontraron más de 295.000 instancias de edición de ARN en los cerebros de los fallecidos, en contraste con alrededor de 193.000 en los vivos. Esto sugiere que la falta de oxígeno y la muerte desencadenan una mayor actividad de edición de ARN, una posible respuesta al estrés físico y la falta de oxígeno.
El cerebro puede permanecer activo durante horas después de la muerte clínica
El estudio también reveló que otras variantes del ARN, llamadas edQTL, influyen en el nivel de edición del ARN en el genoma y afectan la transición de ARN a ADN. Alexander Charney, médico-científico del Monte Sinaí, señaló que comprender estas diferencias podría mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Estas investigaciones ofrecen una nueva perspectiva sobre cómo las modificaciones en el ARN podrían ser clave para desarrollar mejores enfoques diagnósticos y terapéuticos. Este proceso es crucial para el funcionamiento adecuado del cerebro, ya que modificaciones incorrectas pueden llevar a diversos trastornos neurológicos. Utilizando muestras frescas de individuos vivos, los investigadores descubrieron diferencias significativas en la actividad de edición de ARN que no se habían observado en estudios previos basados solo en muestras postmortem.
El cerebro puede permanecer activo durante horas después de la muerte clínica. En su investigación publicada en el Official Journal of the European Resuscitation Council, Parnia afirmó que las personas pueden ser conscientes de su muerte de inmediato, ya que la consciencia sigue funcionando después del fallecimiento. Este descubrimiento abre nuevas vías para entender la experiencia de la muerte y el potencial de la reanimación.
Una investigación publicada en Nature Communications mostró que, en los momentos previos y posteriores a la muerte clínica, el cerebro humano experimenta una serie de oscilaciones neuronales, particularmente en la banda gamma, que están asociadas con la memoria y la percepción consciente. Estos hallazgos sugieren que el cerebro puede estar revisando recuerdos significativos o experiencias vitales justo antes de morir, un fenómeno conocido como "recuerdo de la vida"
Fenómenos comunes en mamíferos
Además, estudios en ratas han demostrado que los niveles de actividad de las oscilaciones gamma aumentan significativamente alrededor del momento de la muerte, lo que sugiere que este fenómeno podría ser común entre los mamíferos. Aunque se ha observado un aumento de la actividad cerebral en pacientes justo antes de la muerte, es difícil determinar si estos pacientes estaban realmente experimentando recuerdos conscientes o si simplemente estaban en un estado de sueño o de actividad cerebral anómala inducida por la falta de oxígeno y otros factores relacionados con el proceso de morir.
¿Hasta cuando puede permanecer consciente?
Actividad Gamma Postmortem
Investigaciones han mostrado que el cerebro puede seguir produciendo actividad neuronal, especialmente oscilaciones gamma, durante un breve período tras la muerte clínica. Estas oscilaciones, asociadas con la memoria y la percepción consciente, pueden continuar por varios segundos a minutos después de que el corazón ha dejado de latir. Un estudio realizado por el equipo de Jimo Borjigin en la Universidad de Michigan encontró que dos de cuatro pacientes comatosos mostraron un aumento en la actividad de ondas gamma después de ser retirados del soporte vital.
Experimentos en ratas han mostrado patrones similares. Un estudio del 2013 registró que las ratas mostraban una actividad gamma intensa durante aproximadamente 30 segundos después del paro cardíaco. Este hallazgo sugiere que podría haber un periodo breve de conciencia o actividad cerebral coordinada incluso después de la muerte clínica.
En humanos, los datos son limitados pero igualmente intrigantes. Un estudio del 2022 registró un aumento de la actividad cerebral en un paciente que murió de un ataque cardíaco mientras se medía su actividad cerebral. La actividad gamma continuó por unos minutos, lo que plantea la posibilidad de que la conciencia persista brevemente tras la muerte clínica.