Elon Musk, el magnate de la tecnología y CEO de múltiples empresas, ha lanzado una dura advertencia contra Apple a través de su red social X. Musk ha amenazado con prohibir el uso de dispositivos Apple entre los empleados de sus compañías, que incluyen Tesla, SpaceX, Starlink, Boring Company y X (anteriormente Twitter). Esta amenaza surge tras el anuncio de Apple de un acuerdo con OpenAI para integrar el chatbot ChatGPT en su asistente de voz Siri, lo que permitiría a los usuarios de los modelos más avanzados de Apple acceder a esta tecnología.
Una violación de seguridad inaceptable
En sus mensajes, el magnate criticó fuertemente la decisión de Apple, calificándola como "una violación de seguridad inaceptable". Además, mencionó que los visitantes a sus empresas tendrían que dejar sus dispositivos Apple en una jaula de Faraday, un contenedor diseñado para bloquear la radiación electromagnética.
Musk argumentó que Apple no es lo suficientemente capaz de crear su propia inteligencia artificial y expresó su preocupación sobre la capacidad de OpenAI para proteger la privacidad y seguridad de los datos de los usuarios.
And visitors will have to check their Apple devices at the door, where they will be stored in a Faraday cage
— Elon Musk (@elonmusk) June 10, 2024
El anuncio de la empresa, que se realizó en el evento WWDC 2024, detalló la integración de ChatGPT con Siri, prometiendo a los usuarios que sus preguntas serían manejadas con su consentimiento y que no se almacenarían datos privados. Esta actualización permitirá que los iPhone 15 Pro y otros dispositivos con procesadores avanzados aprovechen las capacidades de inteligencia artificial de OpenAI. Sin embargo, esta noticia no fue una sorpresa completa, ya que había habido filtraciones previas sobre esta colaboración.
El problema de Elon Musk con OpenAI, empresa que cofundó
La relación entre Musk y OpenAI es compleja. Aunque Musk fue uno de los fundadores de OpenAI en 2015, dejó la junta directiva tres años después. En marzo pasado, Musk presentó una demanda contra OpenAI y su CEO, Sam Altman, alegando que la compañía había desviado su misión original de desarrollar inteligencia artificial en beneficio de la humanidad. La demanda busca forzar a OpenAI a adherirse a su misión fundacional y evitar que beneficie a individuos y a Microsoft, que posee una participación del 49% en OpenAI.
En respuesta a estas tensiones, el magnate ha impulsado su propia empresa de inteligencia artificial, xAI, que recientemente alcanzó una valoración de 24 mil millones de dólares. Poco después de presentar la demanda contra OpenAI, Musk hizo que su chatbot, Grok, fuera de código abierto, permitiendo a cualquier desarrollador acceder a él.