Durante los últimos meses, el Sol ha estado experimentando una actividad más intensa de lo habitual, lo que ha generado preocupación entre la comunidad científica. Este incremento en la actividad solar indica que el máximo solar, previsto originalmente para el verano de 2025, podría adelantarse. Este fenómeno eleva las probabilidades de que una tormenta solar afecte a la Tierra. Este tipo de evento son perturbaciones temporales en la magnetosfera terrestre causadas por la actividad del Sol, como las erupciones solares que emiten una gran cantidad de partículas que impactan el campo magnético terrestre, según el Instituto Geográfico Nacional.
Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), se han observado varias eyecciones de masa coronal (CME) que podrían desencadenar tormentas geomagnéticas significativas. Estas, cuando alcanzan la Tierra, pueden interrumpir las comunicaciones por radio, la navegación por satélite y las redes eléctricas, además de dañar la electrónica de los satélites y representar riesgos para la salud de los astronautas en el espacio.
Puede privar al mundo de las redes eléctricas y de las comunicaciones
Lo cierto es que las partículas desprendidas durante estas tormentas provocan alteraciones en el campo magnético terrestre que pueden durar desde varias horas hasta algunos días. Las tormentas geomagnéticas tienen un carácter global, afectando simultáneamente a toda la Tierra. Sin embargo, la intensidad de las tormentas varía según la latitud, siendo más fuertes en las latitudes más altas.
No solo las instalaciones que dependen de objetos en órbita como satélites se verían afectadas, las redes eléctricas también corren riesgo, ya que las corrientes inducidas por las tormentas solares pueden dañar transformadores y otros equipos eléctricos, lo que puede provocar apagones extensos. El Cigref ha advertido que estos eventos pueden dejar al mundo sin redes eléctricas y comunicaciones durante varios días o incluso meses, paralizando las actividades dependientes de estas infraestructuras. A su juicio, esto puede privar al mundo de las redes eléctricas y de las comunicaciones “durante varios días, incluso meses”. Además, los astronautas y satélites en órbita también se encuentran en riesgo debido a la radiación aumentada.
Cómo prepararse
Las tormentas solares no solo afectan a la tecnología, sino que también representan un riesgo para la salud de los astronautas y pueden dañar la electrónica de los satélites. Además, estos eventos pueden producir efectos visuales impresionantes como auroras boreales visibles en latitudes más bajas de lo normal. Prepararse ante una tormenta solar potente requiere una planificación meticulosa y la adopción de medidas preventivas. Es crucial mantenerse informado a través de las alertas y pronósticos del clima espacial emitidos por la NOAA y otras agencias.
Prepararse adecuadamente implica desarrollar un plan de emergencia que incluya comunicaciones alternativas, como radios de onda corta, y asegurar reservas de suministros básicos como alimentos, agua y medicamentos. Además, invertir en generadores portátiles y proteger los dispositivos electrónicos con protectores contra sobretensiones puede ser crucial para enfrentar cortes de energía prolongados y otros inconvenientes.
Las previsiones para los próximos meses indican que es probable que las tormentas geomagnéticas persistan, dado que el Sol se encuentra en una fase activa de su ciclo de 11 años, acercándose a su máximo solar. En el pasado, tormentas extremas como las de Halloween de 2003 y el evento Carrington de 1859 causaron apagones y daños significativos a las redes eléctricas