Jean-Claude Van Damme, aun siendo una de las estrellas de acción más conocidas del Hollywood de finales de los ochenta y la década de los noventa, está actualmente apartado de la industria cinematográfica, alejado de las nuevas oportunidades de las que están gozando Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, dos de sus compañeros en 'Los Mercenarios 2'. Aunque su etapa actual no sea buena, Van Damme gozó de muy buena fama en el pasado, pero estuvo a nada y menos de quedarse fuera del mundo del celuloide debido al constante rechazo de los productores.
Menaham Golan, productor, ejecutivo y director, aseguró a Van Damme que no era ninguna estrella y por poco hunde su carrera
Van Damme, que podría haberse arruinado y salvó su fortuna gracias a un terremoto, es una figura inamovible del género de acción y ha llegado a protagonizar filmes de éxito como Contacto sangriento, Kickboxer, Lionheart o Doble Impacto, pero sus habilidades en las artes marciales no eran suficientes para todo el mundo.
Menaham Golan, ejecutivo, productor y director de cine le dijo a Van Damme que no era ninguna estrella y que jamás lo llegaría a ser: "Él dijo: 'Mi amigo, Michael Dudikoff, es una estrella. Chuck Norris, es una estrella. Nunca serás una estrella'", confesaba el actor en una entrevista. Por suerte, sus patadas sí lograron enamorar al público y solo necesitó una oportunidad para demostrar que podía conquistar Hollywood.
En 1988, con la mencionada Contacto sangriento, recaudó más de 50 millones de dólares (con un presupuesto de unos 2 millones) dando una lección a aquellos que no confiaban en él. Pero, como todos, Van Damme también cometió errores al elegir papeles y recientemente confesó uno que todavía le atormenta: "No haber salido en Bienvenidos a Zombieland es el mayor error de mi carera". Por suerte, tiene otros filmes que avalan su talento, pero ese proyecto podría haber reincorporado al actor a la actualidad, cosa que le está costando más de lo deseado.