Ha sido el evento más visto en la historia de la televisión estadounidense. Casi nada. La victoria de los Kansas City Chiefs contra los 49ers de San Francisco en la Super Bowl celebrada el pasado domingo en Las Vegas (Nevada, EE UU), se ha convertido en la retransmisión televisiva más importante de la historia de la humanidad. Según los últimos datos recogidos por empresas que registran audiencias, la final del fútbol americano habría registrado más de 202,4 millones de espectadores, con una audiencia constante de más de 123,4 millones de televidentes. ¿Las claves? Una prórroga, un resultado que acabó dándose la vuelta tras el descanso y una invitada de lujo que encandiló a propios y extraños: Taylor Swift.
Se superan todos los récords: Taylor Swift y Travis Kelce hacen de la Super Bowl 2024 es el evento más visto de la historia
No hay ningún otro registro equivalente. Aunque hay ciertos matices. Medios como Variety, destacan que estos 202 millones de personas registradas durante el partido de fútbol suponen la cifra máxima jamás registrada en un evento televisado en EE UU. Y decimos que hay matices porque la llegada del hombre a la luna, que se pudo ver por televisión en julio de 1969, habría congregado entre 125 y 150 millones de espectadores, aunque no hay cifras exactas debido a la falta de métricas oficiales para el alunizaje del Apollo 11. Pese a ello, esta Super Bowl tiene doble mérito: hay muchas más cadenas, más entretenimiento y competencia, con medios omnipresentes en nuestras vidas como internet.
En el reparto de audiencia, la CBS, una de las networks más importantes de EE.UU, habría registrado 112 millones de espectadores, lo que supone el máximo jamás registrado por una cadena en la historia de EE UU. Le siguen, con audiencias dispares, Paramount+, Nickelodeon (con una polémica emisión con Bob Esponja como presentador), Univisión, CBS Sports y NFL digital. Para muchos, la clave fue Taylor Swift. Y no, no es broma. La cantante, que recientemente fue víctima de un ataque deepfake, es una de las artistas más poderosas e influyentes de nuestros tiempos, la artífice de una gira como The Eras Tour, que se estrenó también en cines y que ha logrado recaudar más de 260 millones de dólares en su paso por las salas. Sus conciertos, multitudinarios, han batido récords. Y su último disco, 1989 (Taylor's Version) ha arrasado en Spotify y otras plataformas de música. Habrá más: en abril habrá nuevo trabajo.
Para muchos, su presencia en el estadio para ver al tight end y estrella de los Kansas City Chiefs, Travis Kelce, fue la clave. Llevan saliendo unos seis meses, y la cantante tomó su jet privado para verlo, volando desde Japón -país en el que está de gira- para asistir a cómo se llevaba su anillo en la final. Lo cierto es que Swift ha acudido a casi todos los partidos de Kelce desde el pasado septiembre, aumentando las audiencias y consiguiendo que las camisetas de su pareja se disparen en ventas, hasta un 400 % más. Pese a las quejas, Taylor Swift ha revitalizado la NFL y ha aumentado el valor de un deporte mediático de por sí.
