Egipto acaba de verse envuelto en una nueva polémica que no está sentando demasiado bien entre los expertos y egiptólogos. Según parece, Mostafa Waziri, jefe del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, ha anunciado que va a revestir una de las pirámides de Giza, lo que podría poner en riesgo el patrimonio artístico y egipcio del lugar debido a que no se están tomando, tal y como desvelan los profesionales, las medidas adecuadas para evitar cualquier tipo de derrumbamiento o daño. El arqueólogo Mansour Brik aseguró al medio Almsaey que hay que andarse con extremo cuidado con las piedras de las pirámides porque son muy viejas y ni siquiera están pulidas y niveladas; "Requiere un amplio y prolongado estudio", comentaba.
La idea del proyecto es revestir a la pirámide para que tenga su estilo original
Mansour Brik no es el único experto que ha compartido su desacuerdo con esto públicamente. Monica Hanna, egiptóloga, también tomó cartas en el asunto a través de redes sociales: "No puede ser, ¡lo que faltaba era alicatar la pirámide de Micerino! ¿Cuándo parará la gestión absurda del patrimonio egipcio? Todos los acuerdos internacionales sobre restauración rechazan ese tipo de intervenciones", comentaba la profesional. La "reconstrucción" se quiere realizar sobre Menkaure, y ya hay hasta vídeos publicados en los que se muestra cómo va el proceso de revestimiento para la pirámide, y no está calando demasiado bien:
Ibrahem Badr, profesor asociado de restauración y conservación arqueológica, comentaba la gravedad de la situación y el riesgo que correr el patrimonio artístico egipcio si se permiten este tipo de modificaciones: "Esta es una situación grave. Alguien necesita leer las convenciones internacionales para la restauración y el tratamiento de las antigüedades egipcias". El plan de Mostafa Waziri, quien está a cargo del proyecto, consiste en reconstruir la capa de granito de la pirámide para mostrar el estilo original de la estructura. El proyecto durará años y se ha bautizado como "el regalo de Egipto al mundo en el siglo XXI", aunque es evidente que esto no va a hacer más que generar polémica, desacuerdos y descontentos.
