Elle Fanning ha confirmado lo que era un secreto a voces: Hollywood valora el número de seguidores en rede sociales de cara a escoger a sus estrellas para las grandes películas. La actriz, siguiendo las quejas de nombres como Scarlett Johansson, cree que en la Meca del Cine, azotada por la huelga de guionistas, se tienen criterios ajenos a la calidad interpretativa a la hora de otorgar según qué papeles. Fanning ha confesado que perdió la oportunidad de encabezar una gran saga de Hollywood por no tener el tirón suficiente en Instagram.
Fanning confiesa que fue rechazada para protagonizar una gran saga de Hollywood por tener pocos seguidores
"Hice una audición para... no voy a decir qué era. Pero no conseguí el papel para algo verdaderamente grande porque, según me dijeron, y supongo que no era la única razón, pero lo que me transmitieron es que no tenía suficientes seguidores en Instagram por aquel entonces", ha confesado la intérprete en el podcast Happy Sad Confused.
De 25 años, y con más de seis millones de seguidores en su cuenta de Instagram, ha confirmado que la audición era para una gran saga de Hollywood, aunque no ha sido concreta y ha preferido guardarse el secreto. Muchos especulan con nombres propios dentro del ámbito del blockbuster como Marvel, DC, Harry Potter o Star Wars.
Fanning es una de las actrices más reconocidas de su generación, hermana de Dakota Fanning y protagonista de películas como Maléfica, proyectos de cine independiente como Somewhere (2010) o La seducción (2017), ambas de la directora Sofia Coppola y la aplaudida The Neon Demon (2016), dirigida por el director de Drive, Nicolas Winding Refn. Ahora está desarrollando un papel en el juego de Hideo Kojima, Death Stranding 2. Fanning afirma que no tenía necesidad ni presión sobre sus hombros en eso de afiliarse a una gran saga, ya que piensa que debe hacer los papeles que le resulten interesantes. Su carrera, piensa, debe tener el equilibrio perfecto entre el cine comercial y el toque independiente de producciones alejadas de las majors.
"Nunca diría que no a uno de esos proyectos, pero sí que tendría reuniones para hablar de verdad sobre lo que sería. Necesitas un equilibrio. Si quieres hacer cine indie, y sobre todo, producirlo, trabajar en una gran saga te ayuda a estar más tranquila", confirma, dejando claro que la moda de lucir un enorme número de seguidores en redes sociales tiene tanto peso o más como hacer una buena audición. Al menos, en Hollywood. Eso, unido a la cosificación de la que se quejaban actrices como Chloë Grace Moretz, dibujan un panorama desolador en lo referente a los nuevos criterios de selección para los grandes estudios. Hace unos años, Sophie Turner, actriz de Juego de tronos, confesó a The Telegraph que ella consiguió un papel gracias a este tipo de prácticas.
"Conseguí el papel frente a una actriz mejor, simplemente por el hecho de tener más seguidores", explicó en su día. ¿Qué lógica hay? Es simple. En un artículo publicado en New York Post, se confirma que en los grandes estudios buscan repercusión, seguimiento y captación de interés entre los espectadores. Y a través de las publicaciones y prácticas de los actores y actrices en redes sociales, se puede lograr publicitar la película, serie o colaboración de turno, generando un fuerte impacto en las audiencias de plataformas como Instagram. "Las audiciones para películas y series ya vienen con una casilla de seguidores que rellenar", ha explicado Amy Neben, representante en Select Management Group.
"Los productores buscan una audiencia construida. Es difícil pelear con ellos cuando te vienen con eso de ‘Bueno, este chaval tiene cinco millones de seguidores, si promociona su proyecto, al menos 100.000 personas irán a verlo", comenta Neben, que sabe que es una práctica cada vez más extendida y, sobre todo, exitosa. De esta manera, junto a los junkets, posados y premieres, las estrellas de las grandes películas de Hollywood comienza a promocionar su futuro proyecto desde el minuto uno y ante una audiencia entregada y fiel. ¿Ha fallado alguna vez esta teoría? Sí, no es infalible ni perfecta. Úrsula Corberó fue el objeto de deseo de muchos estudios gracias a su participación en La casa de papel, el pelotazo de Netflix. Pese a tener millones de fans, Snake Eyes, su primer gran papel en Hollywood, fue un fracaso que casi hunde la saga GI JOE. Casi nadie fue a verla al cine.
En cualquier caso, parece que la práctica está de moda en la industria, es un nuevo criterio, una variable más que puede decantar la balanza. Actores como Robert Pattinson y Jennifer Lawrence, se han quejado también de este tipo de elementos, que sumados a las habituales discriminaciones de Hollywood, complica aún más la llegada de nuevos talentos.