Neuralink, la empresa de implantes cerebrales de Elon Musk, ha vuelto a ser acusada de maltrato animal. Hace unos meses se le acusó de llevar a la muerte a muchos de los monos con implantes usados en las pruebas, un aspecto que Neuralink negó en rotundo, informando que los simios eran tratados con dignidad en los experimentos y llevados a un santuario una vez cumplían su función. Según Reuters, la compañía se encuentra ahora bajo investigación federal en los Estados Unidos por posibles violaciones del bienestar animal.
Neuralink bajo el foco de las autoridades por maltratar a sus monos en los experimentos
Elon Musk, que atraviesa su propia crisis en Twitter y que ha sufrido varios reveses económicos en las últimas semanas, estaría bajo el foco de las autoridades de Estados Unidos por las prácticas de su empresa de tecnología, Neuralink. La investigación, supuestamente abierta por la Oficina del Inspector General del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) se habría centrado en las pruebas y el tratamiento de los animales y sujetos de prueba, muchos de los cuales habrían fallecido en las instalaciones o sufrido un mal cuidado durante los experimentos. Según explican en Reuters, la información de esta mala praxis proviene de dos fuentes anónimas.
Musk quiere con Neuralink crear un dispositivo que sea capaz de ayudar a las personas con discapacidades físicas o motoras a recuperar el control de su cuerpo o incluso su visión, ofreciendo unos chips que intentarán aumentar el potencial humano. La empresa no ha logrado apenas avances, y lo único que hemos visto es a un mono con un implante Neuralink controlar un cursor o jugar a los videojuegos más sencillos imaginables.
Tras meses de litigios y presentación de pruebas, la compañía no ha podido obtener la aprobación de la Administración de alimentos y medicamentos de Estados Unidos (FDA) para comenzar las pruebas en humanos, un aspecto que los lleva a probar nuevas combinaciones y elementos con los simios, que estarían sufriendo cirugías apresuradas y fallidas, generando sufrimiento en estos animales.
En definitiva, se cree que Neuralink viola las prácticas de bienestar animal de forma constante, con el grupo de derechos de los animales Comité de Médicos para la Medicina Responsable presionando para que la compañía publique casi 400 fotos de monos de prueba que, según el grupo, fueron torturados durante meses en las estancias del laboratorio de la UC Davis (Universidad de California Davis). Ese grupo ha alegado que los monos, aquellos a los que les abrieron el cráneo para los implantes, experimentaron vómitos, síntomas de agotamiento y llegaron a automutilarse como respuesta al estrés extremo. Al menos 20 empleados habrían contactado con Reuters para confirmar algunas de estas historias. Al parecer, Neuralink ha matado alrededor de 1500 animales desde 2018, realizando pruebas en monos, cerdos, ovejas y roedores, algo habitual en la industria farmacéutica, pero que en esta empresa no habría llegado a cumplir los estándares requeridos por las agencias de bienestar animal.
Neuralink habría hecho un trabajo defectuoso y apresurado, con experimentos que fallaron en etapas tempranas y que produjeron un daño irreparable a cerdos y monos. La mayoría de estas muertes, informan los científicos y médicos implicados en la compañía, podrían haberse evitado. Muchos de los implicados en los estudios se negaron a participar tras las malas praxis detectadas con los animales, y se habrían intentado elevar las investigaciones internas a los altos cargos de la compañía, que se habrían desestimado e ignorado de forma sistemática en parte por las presiones de Musk y otros ejecutivos a conseguir resultados rápidos.
