Alan Moore no se corta. El autor de cómics célebres como Watchmen sigue pensando que los adultos no tendrían que ver películas de superhéroes ni profesarles una admiración infantil y absoluta como la que está viendo en estos tiempos. Moore, que se une a las críticas de Iñárritu, piensa que los superhéroes han arruinado el cine, cambiando para peor nuestra sociedad y explica por qué está cada vez más cansado de la industria del tebeo (vía The Guardian).
Moore siente desprecio por el amor incondicional e infantil a los superhéroes y piensa que es un claro síntoma de fascismo
"Allá por 2011 ya dije que me preocupaban mucho las implicaciones que podría tener para el futuro que millones de adultos de todo el mundo hiciesen cola para poder ver una nueva película de Batman. Creo que ese tipo de infantilización, ese impulso a vivir en tiempos más sencillos, en realidades más simples, muy a menudo puede ser el precursor del fascismo", explica el autor de V de Vendetta.
El escritor relata cómo, tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, comenzó a observar paralelismos entre su éxito y el auge de las cintas de superhéroes en la taquilla.
"Cientos de miles de adultos hacían cola para ver personajes y situaciones que se crearon para entretener a niños de 12 años", argumenta. "Mirad, se da el hecho de que todo esto sucede cuando ese público eran niños hace 50 años. Nunca he pensado que los superhéroes fueran cosa de adultos", continúa. "Pienso que todo surgió de un malentendido que nació de la década de 1980. Yo también tengo mi parte de culpa, aunque no fue intencional, pues fue cuando aparecieron por primera vez cómics como Watchmen. Parecía que los cómics 'habían madurado' pero solo hay algunos títulos para adultos", especifica.
Moore, que lleva sin publicar nada desde 2019 en formato cómic, sí se ha enfocado en la escritura de poesía y literatura, con una recopilación de relatos cortos escritos en prosa. El autor dice que ya no confía en la industria del cómic y ha renegado de ella en varias ocasiones. "Siempre amaré y disfrutaré de los cómics, pero la industria de los cómics y todo lo relacionado con ella se ha vuelto insoportable", concluía el laureado autor.
