Bill Gates se ha mostrado especialmente pesimista. El cofundador de Microsoft y filántropo, que hace unos meses alertó de las criptomonedas y el crash del mercado NFT, ha afirmado varias veces que donará toda su fortuna a su fundación de cara a potenciar el progreso de la humanidad. Sin embargo, y a tenor de sus últimas palabras, en las que incluso pronostica otra pandemia, se ha mostrado más pesimista que nunca. El empresario, en un artículo publicado en The New York Times, analiza toda la situación del mundo y lanza un mensaje oscuro y apesadumbrado de cómo están las cosas en términos de pobreza, desnutrición, impacto medioambiental o mortalidad. Según Gates, estamos en el peor momento posible.
Bill Gates cree que están en el peor momento posible: la pobreza, la desnutrición y la mortalidad están en niveles alarmantes
Bill Gates cree que el mundo, y en particular las grandes naciones del planeta, no ha logrado conseguir ninguno de los objetivos marcados hace siete años. "Después de siete años, el mundo está en camino de lograr casi ninguno de los objetivos", han escrito tanto Gates como su exesposa, la cofundadora de la fundación Melinda French Gates en el esperado informe anual de la organización que analiza el estado del mundo. Según Gates y sus analistas, la pobreza en el mundo ha aumentado en estos últimos dos años. "El objetivo era erradicar la pobreza extrema y, desde 2015, el porcentaje del mundo que vive con menos de 1,90 dólares al día se ha reducido solo a alrededor del 8% desde poco más del 10 %.", un aspecto que le ha dolido especialmente. Esperaba un mayor progreso y avance.
Además, el filántropo señala los altos niveles de desnutrición en el mundo. "La prevalencia del retraso en el crecimiento en niños menores de 5 años sigue siendo superior al 20%”, afirma. Gates, que ha luchado por la construcción de programas para garantizar alimentos en todos los países en vías de desarrollo. A Bill Gates, le preocupa especialmente por la carencia de alimentos para los niños y la desnutrición que parece hacer mella en las mujeres y a las madres, señalando la mortalidad materna, que es más del doble del estándar establecido por los objetivos de 2015.
“Tal como está ahora, necesitaríamos acelerar el ritmo de nuestro progreso cinco veces más rápido para alcanzar la mayoría de nuestros objetivos, e incluso eso podría ser una subestimación, porque algunas de las proyecciones aún no tienen en cuenta el impacto de la pandemia, por no hablar de la guerra en Ucrania o la crisis alimentaria que desató en África”, continúa Gates y Melinda, afirmando que la situación actual, agravada por la pandemia y la guerra de Ucrania es muy pesimista.
“Estamos en un lugar peor de lo que esperaba. Los efectos de la pandemia y ahora los efectos de la guerra en Ucrania son muy dramáticos, y hay grandes retrocesos en todas estas medidas. Y estas medidas son muy importantes, incluso si no alcanzamos la meta, todavía estamos hablando de millones de vidas", concluía Gates, que sigue asustado por la falta de niveles aptos de vacunación, parecidos a los que habíamos visto en 2009.
Gates cree que el desafío agrícola, el cambio climático y Asia son las grandes claves
Nos encontramos en un momento vital. "Los próximos cinco años serán un desafío solo para mantener la atención del mundo", continúa, explicando que él espera que se hagan progresos en África y Asia. "En Asia, soy optimista. Soy optimista al respecto India, que con sus altibajos, reducirá la pobreza con el tiempo. Pero luego nos enfrentamos al desafío complicado en África, donde el crecimiento de la población sigue ahí. La mala salud sigue ahí. Y debido a que gran parte del continente está cerca del ecuador, los efectos del cambio climático son muy dramáticos", argumentaba.
Mientras alaba el trabajo de China, Bangladesh, India, Pakistán, Indonesia y Vietnam, sobre todo en eso de solucionar la crisis alimentaria y el aumento del hambre, también afirma que hay un factor con el que nadie contaba: el coronavirus. "El aumento del hambre realmente viene con el inicio de la pandemia. Ha aumentado mucho y particularmente con las mujeres, que obtienen una reducción aún mayor en las calorías disponibles para ellas, lo cual es bastante trágico", prosigue. Para él, hay grandes alimentos que ayudarán a paliar el hambre en el mundo: el maíz, el arroz, el trigo y la soja. Serán claves en África y Asia y para ello, aboga por eliminar los vetos a la exportación como uno de los principales impedimentos.