Los actores y actrices de método están mal vistos en los últimos años, en parte por las excentricidades de algunas figuras de cara a meterse o bucear en un papel. Ya hemos visto casos sonados como los de Jared Leto -que iba en silla de ruedas y muletas durante Morbius-, que buscan obtener titulares y no ofrecer demasiado en pantalla. Actores de renombre como Marlon Brando, Robert De Niro o Al Pacino, y recientemente Christian Bale o Joaquin Phoenix, sí han honorado dicha tendencia interpretativa, que seamos honestos, está en horas bajas. Sin embargo, Andrew Garfield, que quiere descansar un poco de la actuación, ha explicado y defendido las ideas de Stanislavski y Strasberg y ha comentado cómo abordó Silencio de Martin Scorsese desde dicha perspectiva. Y cree que, en parte, el público confunde actores y actrices de método con ser auténticos "gilipollas" (vía The Playlist).
Andrew Garfield defiende ser un actor de método y cuenta cómo estuvo sin sexo durante meses para Silencio
"Creo que hay un montón de ideas equivocadas acerca de lo que significa ser un actor 'del método'", arranca Garfield. "Quiero decir, no se trata de ser un gilipollas con todo el mundo en el plató. Se trata solo de vivir de forma creíble bajo circunstancias imaginarias", comenta. Garfield, que acaba de estrenar Bajo el mandato del cielo, estrenó el año pasado Tick, tick...Boom! en Netflix y ha vuelto a primera línea del mundo marvelita tras su cameo en Spider-Man: No Way Home. Pero tiene papeles muy buenos y según él, su labor como actor de método en películas como Silencio no está reñida con ser buena persona durante los rodajes.
"Es una cuestión de portarse bien con el equipo, ser una persona normal, ser capaz de salirte del personaje cuando lo necesitas y permanecer en él cuando quieres", continúa. "Me molesta esta idea de que la actuación 'del método' es una puta chorrada", añade Garfield.
"Creo que, si dices que es una chorrada, no sabes lo que es, o que has trabajado con alguien que afirmaba ser un actor 'del método' sin serlo en absoluto", prosigue lanzando un dardo a otros compañeros de profesión. "También creo que esto es algo muy privado. Es un proceso creativo: no quiero que la gente vea las putas tuberías de mi váter. No quiero que vean cómo fabrico la salchicha", admite haciendo distinto símiles.
"Por ejemplo, en Silencio hice un montón de ejercicios espirituales todos los días, creé nuevos rituales para mí mismo. Me mantuve célibe durante seis meses y ayuné un montón porque Adam Driver y yo teníamos que perder un montón de peso, de todas maneras", confiesa. Según Garfield, cada actor tiene su manera de aproximarse a un papel y, mientras le valga para lograr sus objetivos, estará bien. Él seguirá fiel a sus creencias y métodos.