No, no ha llegado hasta el infinito y más allá. El filme de Pixar, Lightyear, ha conquistado a la crítica pero no ha terminado de convencer al público. El spinoff de Toy Story, que explora el universo del juguete espacial que obsesionaría a Andy en el primer filme, ha logrado rascar 85 millones de dólares en todo el mundo. Son cifras insuficientes para una cinta de Disney para toda la familia. Mientras tanto, Jurassic World: Dominion y Top Gun: Maverick siguen arrasando y convirtiéndose en dos de los mejores blockbusters en términos comerciales de lo que llevamos de 2022 (vía Variety).
Lightyear no convence al público y los dinosaurios de Universal siguen su curso
Las ventas de entradas para Lightyear, un filme que ha costado más de 200 millones de dólares, son insuficientes. El estudio responsable de cintas como Buscando a Nemo, Up o Los increíbles, no ha logrado convencer al público ni a las familias. Según los analistas, Lightyear tendría que haber generado algo más de 70 millones de dólares en Estados Unidos, rozando o llegando a superar la barrera de los 100 millones en todos los territorios en los que se ha distribuido. La polémica por el contenido LGTBI y la censura de la cinta en países como Emiratos Árabes o Arabia Saudí, ha podido perjudicar el desempeño comercial del filme.
También hay que tener en cuenta que ha luchado en su estreno con dos colosos cinematográficos, Top Gun: Maverick , que sobrepasa los 855 millones de dólares en todo el planeta, y Jurassic World: Dominion y sus 622 millones de dólares. La película de Pixar, la primera del estudio que llega a los cines tras dos años de estrenos directos a Disney+ como Soul, Luca o Turning Red, deja sobre la mesa algunas dudas sobre la rentabilidad y el impacto del estudio en estos últimos años.
En Disney creen que el estreno de sus últimas películas en el servicio de streaming les ha habitado otros batacazos previos en la taquilla, y desde el estudio de animación no están contentos porque piensan que ha ocurrido exactamente lo contrario.
Universal parece estar contenta con Dominion, que si bien ha descendido un 60% con respecto a su primera semana de estreno -una cifra desalentadora si la analizamos en frío-, sigue demostrando el tirón de la saga y sus futuras aplicaciones comerciales en forma de secuelas y spinoff. La crítica la considera la peor de la saga pero eso no ha importado demasiado al público. Por su parte, la secuela del clásico de 1986, Top Gun: Maverick, se ha convertido en el blockbuster más importante de la carrera de Tom Cruise.
