El Mundo Mágico de Harry Potter es una de las licencias más rentables a nivel económico, aún con el fracaso de Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore bastante reciente. La saga cinematográfica protagonizada por el joven mago, que cuenta con excelentes películas en su haber, casi llega al cine sin Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, bajo la forma de una película de animación. ¿Dirigida por quién? Por Steven Spielberg. Así lo recuerda y explica Collider.
Harry Potter y la piedra filosofal casi nace como una película de animación
Si bien es un capítulo conocido, la versión animada de Steven Spielberg de Harry Potter tiene más historia de la que creemos a sus espaldas. La producción fue complicada, y el proyecto pasó de manos y de enfoques muy diversos hasta que llegó a Chris Columbus, que debutaría en pantalla grande en 2001 y dirigiría también la secuela, La cámara secreta. Warner intentó, antes de que el bueno de Columbus accediera, por las manos de Jonathan Demme o Rob Reiner, dos directores que no eran británicos y que no habían convencido a la ejecutiva ni a J.K. Rowling. Warner, que compró los derechos allá por 1999, colaboró con Rowling para buscar el proyecto perfecto.
Steven Spielberg pasó años intentando dirigirla, hasta que a comienzos del año 2000, se echó para atrás. Se desconocen los motivos reales por los que Spielberg se apartó de Harry Potter de manera abrupta y definitiva, y se ha dicho desde que se cansó de perseguir a Warner para mostrar su visión a que el director se aburrió del Mundo Mágico y decidió pasar a otras cosas. Pero la verdad ha surgido a la luz, y es que el cineasta de E.T, el extraterrestre siempre quiso hacer una película de dibujos animados a partir de la obra de Rowling, algo a lo que el estudio se opuso.
El realizador, que acababa de ganar el Oscar al Mejor director por Salvar al soldado Ryan, tenía en aquellos años un gran poder en Hollywood. Llevaba años intentando dirigir una película de animación, un género que se le resistía, y eso que había fundado en 1989 el célebre estudio de animación de Amblin, Amblimation, que filmó películas como Fievel va al Oeste, Rex, un dinosaurio en Nueva York y Balto. Pero el género estaba copado por Disney, y en 1997, echó el cierre. Tenía esa espinita clavada. Cuando se enteró que Warner había adquirido los derechos de Harry Potter y estaban buscando un director para una adaptación, se lanzó a postularse como la mejor opción.
Al parecer, Warner se sintió desbordada por la visión de Spielberg, que era demasiado radical. Rowling no estaba convencida de la idea, ya que el director quería adaptar los libros de una forma libre, cogiendo de aquí y allá varias tramas de las secuelas y novelas publicadas hasta la fecha, mezclándolas al gusto. Según se dice, cuando el estudio dijo que no, que no podía ser una película de dibujos animados, Spielberg se replanteó el proyecto y buscó mezclar animación con imagen real, al estilo del Guardián de las palabras, hasta que se fue convenciendo de que había que irse a la acción real. En este momento, y como última y desesperada medida, se comenta que Steven Spielberg se empeñó en que el niño mago estuviera interpretado por Haley Joel Osment, que entonces acababa de convertirse en una estrella internacional con El sexto sentido. Parecía una opción lógica, pero había un problema: Osment no era británico y Rowling se negó en rotundo.
La major dijo que no, la autora también y Spielberg se cansó, retirándose del proyecto. Steven Spielberg avanzó, se puso con Inteligencia Artificial en 2001, y Warner triunfó con la versión de Columbus, inaugurando un proyecto cinematográfico que acabaría terminando en 2011 con ocho películas y miles de millones de dólares en sus bolsillos mágicos. Ese mismo año se estrenaría Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio con Steven Spielberg, convirtiéndose en la primera película de animación del director. Años después, como hemos visto, el género sigue ninguneado.
