El juego del calamar se ha convertido, de la noche a la mañana, en una de las series de mayor éxito de Netflix, todo un fenómeno que está dando mucho que hablar. El inesperado (salvo para la compañía, seguramente) logro de la serie surcoreana ha alcanzado todos los rincones del mundo, pero la serie se termina en solamente 9 capítulos de alrededor de una hora de duración cada uno. Para los más despistados, menos atentos o simplemente, los que quieran la versión del rincón del vago, esto es lo que pasa al final de la primera temporada, así como las teorías más plausibles sobre lo que tratará la segunda temporada de la serie.
Por razones más que obvias, entramos en territorio spoiler si no has terminado la primera temporada de El juego del calamar.
¿Qué pasa en el último capítulo de El juego del calamar? Final explicado
"Un día con suerte", el último capítulo de la primera temporada, comienza con Gi-hun y Sang-woo (únicos jugadores con vida después de que el último acabara con la vida de la moribunda Sae-byeok) echando algo a suertes. El resultado será que jugarán al juego del calamar, que nos explicaron al principio de la serie y da nombre a la misma.
Sin embargo, tras saber que siempre que cumplan las normas sobre cómo moverse en el juego pueden matarse para ganar, está claro lo que ambos intentarán. Gi-hun, el protagonista, se hace con la victoria pero, en el último momento, decide no matar a Sang-woo. En lugar de eso, quiere que ambos decidan terminar el juego. Sang-woo, no obstante, avergonzado por hasta dónde ha llegado por ganar, matando de manera directa a dos jugadores y causando la muerte de un tercero, se suicida y otorga así la victoria a Gi-hun.
Después de que el Líder, In-ho (el hermano desaparecido del policía que llegó a la isla), recomiende a Gi-hun pensar que todo fue un sueño. Hablaremos de este personaje un poco después, pero por ahora, saltamos un año al futuro.
Gi-hun no ha tocado los 45.000 millones de wones del premio (casi 33 millones de euros), y vive prácticamente como un sin techo. Tras una reunión con la entidad bancaria que custodia su dinero, Gi-hun recibe una nota con el logo de la organización tras los juegos. Se le pide que se reúna con "su gganbu". Recordemos que este término aparece durante el capítulo 6: Gganbu, donde nos explican que se refiere a los amigos que se prestan las canicas... y que es como se refirió a si mismo el jugador 001, el anciano terminal que murió por Gi-hun.
Es aquí donde llega una revelación que es posible pudierais adivinar cuando se vio la mano del "Anfitrión" en el capítulo 7: PERSONAS IMPORTANTES y es que el anciano, Oh Il-nam, es uno de los líderes de la organización. De hecho, según su explicación, es uno de los fundadores.
Aunque quedaba claro al final del capítulo 6 que Il-nam no tiene tantos problemas de memoria como parecía hacer querer entender (era consciente en todo momento de que Gi-hun se intentaba aprovechar de él), sí que es cierto que se muere a causa de un tumor cerebral. Es ahí, en su lecho de muerte, donde Il-nam explica que el juego surgió para divertir a gente aburrida y con demasiado dinero. Sí, realmente dice algo de que aburrirse es el punto común de ricos y pobres pero, seamos sinceros, se trata simplemente de un divertimento para depravados multimillonarios.
Por mucho que el anciano lo justifique, estamos en una suerte de Hostel, sólo que en esta ocasión la gente de dinero no entra a matar directamente a sus víctimas. Da igual lo bonito que lo pinten o lo que lo razonen, la realidad es que ha causado la muerte de 454 jugadores en el último evento. Y aunque él no obliga a nadie, sí que es cierto que básicamente los participantes reciben un mensaje: "Puedes afrontar tus gravísimos problemas o coger este caramelito, aunque igual está envenenado". Eso, en nuestro pueblo, es obligar.
Tras la muerte de Il-nam, vemos que el Líder estaba en el edificio, lo que implica que seguía cuidando del anciano de alguna manera. Gi-hun llega a la conclusión de que va a usar el dinero. En primer lugar saca al hermano de Sae-byok (la jugadora norcoreana) del centro infantil y lo deja con la madre de Sang-woo (el amigo de Gi-hun, que muere en el juego final). También les deja una maleta hasta arriba de dinero, presumiblemente con los 200 millones que habrían correspondido a los fallecidos. Gi-hun ha reunido a una madre con un hijo, cumpliendo una promesa y aligerando un poco su carga.
Pero es después, cuando Gi-hun va a ir a Los Ángeles a reunirse con su hija, cuando las cosas realmente se complican. Al llegar al aeropuerto, ve al hombre del maletín jugando al ddakji, es decir, captando nuevos jugadores para otra edición del evento.
Es entonces cuando, justo antes de subir al avión para reunirse con su hija, Gi-hun toma una decisión. Cabe destacar que el Líder deja claro que aún le observan, pero, aún así, nuestro protagonista toma la decisión de buscar a la organización y enfrentarse a ellos. ¡Dentro créditos!
Teorías sobre la segunda temporada
Antes de nada, hay que aclarar que el director ha dejado claro que no sabe cómo trataría una hipotética segunda temporada. Dada la trayectoria de Netflix en cuanto a sus series de éxito, hay pocas dudas sobre que pronto confirmen más episodios para la serie. Lo que sí que sabemos es que el director tardó seis meses en rodar los primeros dos episodios, por lo que le gustaría contar con más guionistas y directores.
Ahora, vamos con las teorías, basándonos en lo que hemos visto en la primera temporada.
En primer lugar, no sabemos cómo el Líder pasó de ganar en 2015 a dirigir los últimos juegos. Siendo ex-miembro de la policía y con las implicaciones de estrés postraumático que se dejan caer, es posible que viera el juego igual que el anciano. Sería interesante ver cómo In-ho termina con la máscara.
Por otro lado, tenemos a los VIPs venidos de otros países. Ellos mismos afirman que los juegos surcoreanos son los mejores implicando de manera directa que, en otros países, hay otros distintos. Si pensamos en que Il-nam era el Anfitrión de Corea del Sur, los demás lo serían de otros países, con sus propios diseños. Viendo el sadismo y desprecio por la vida humana que muestran, sus partidas seguramente no sean únicamente juegos infantiles. Sería interesante ver los juegos del calamar de otras naciones, desde luego.
Lo más obvio sería continuar la historia de Gi-hun. Aún con todo el dinero del que dispone ahora mismo, es indudable que la organización tiene recursos para librarse de él al instante. Por esto mismo, no nos parece que vaya a ser el rumbo que tome una hipotética segunda temporada.
Finalmente, se podrían explorar juegos anteriores. En los archivos del líder, vemos que, al menos en Corea del Sur, se lleva jugando desde finales de los años 80. Esto da pie a muchos juegos distintos, en los que podrían tenerse en cuenta avances tecnológicos, juegos infantiles descartados y otros factores para hacer fresca e interesante la propuesta.
