Es posible que este fin de semana no sea una buena idea viajar hasta el exoplaneta WASP-127b: tiene pinta de que no va a dar mucho el sol. Los científicos, empleando los datos de varios telescopios, han detectado nubes en este gigante gaseoso, localizado a 520 años luz de la Tierra. El hallazgo ha sido tal, que incluso han podido discernir la altitud de las nubes y la estructura de la atmósfera superior.
WASP-127b, un gigante nublado a más de 500 años luz de la Tierra
Descubierto en 2016, hablamos de un planeta que tiene 1,3 veces el tamaño de Júpiter, pero solo 0,16 veces la masa de Júpiter. La temperatura de su superficie es capaz de alcanzar los 1000° C y orbita tan cerca de su estrella que puede completar el recorrido en unos 4 días. Ahora, además de saber todos estos datos, los científicos han logrado obtener datos sobre sus nubes.
Para hacer estas averiguaciones, el equipo de investigadores capitaneado por el astrónomo Romain Allart de la Université de Montréal en Canadá combinó datos infrarrojos del Telescopio Espacial Hubble basado en el espacio con los datos ópticos del ESPRESSO en el Very Large Telescope ubicado en la Tierra, para comparar en diferentes altitudes de la atmósfera de WASP-127b.
Gracias a esta metodología, los astrónomos han recopilado una gran cantidad de información: desde la composición de las nubes del WASP-127b hasta su estructura o o su altitud. “Lo primero que encontramos fue sodio, pero a una altitud mucho menor de lo que esperábamos”, explica Allart. “Lo segundo es que hay fuertes señales que indican vapor de agua en el espectro infrarrojo, pero no en el visible. Eso implica que hay nubes de vapor de agua, pero que están cubiertas por nubes de otras sustancias que son transparentes en el espectro infrarrojo, pero opacas en el visible".
Investigar la composición de las atmósferas exoplanetarias es algo complicado de hacer, debido a que no podemos observarlos de manera directa (sino utilizando datos combinados como han hecho Allart y sus compañeros con los dos telescopios). Básicamente tenemos que basarnos en cómo se ven afectados estos planetas por sus estrellas. De esta manera, cuando la luz de las estrellas atraviesa la atmósfera del exoplaneta, las longitudes de onda son absorbidas por diferentes elementos que nos permite saber qué hay en esta atmósfera.
"Estamos desconcertados por el hecho de que el sodio se encuentre en un lugar inesperado de este planeta", continúa Allart. Otro detalle de este exoplaneta es que orbita de manera contraria a su estrella: en el Sistema Solar, todos los planetas orbitan en la dirección de rotación del Sol más menos a la misma altura (con la excepción de Plutón). Sin embargo, WASP-127b orbita no solo en la dirección opuesta a la rotación de su estrella, sino en un ángulo muy pronunciado, casi alrededor de los polos de la estrella.
"Los estudios futuros nos ayudarán a comprender no solo más sobre la estructura atmosférica, sino también sobre WASP-127b, que está demostrando ser un lugar fascinante", apuntaba Allart. El método utilizado para indagar en este gigante podría utilizarse, como apuntan en Gizmodo, para averiguar también datos sobre las atmósferas de otros planetas, así como para descubrir si hay signos de vida.
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