Sí, cuando Hollywood coge una linde... Hace unos días os contábamos cómo Anya Taylor-Joy se apuntaba al nuevo remake de Nosferatu y preparaba su futuro más inmediato como actriz. No obstante, es la intérprete de moda. Tras el pelotazo de Gambito de Dama en Netflix y de la próxima y prometedora Última noche en el Soho, casi todos los directores quieren contar con la talentosa actriz que, pese a su corta edad, ha demostrado de sobras estar muy por encima de otras intérpretes actuales. Pero, ¿cómo se hizo con el papel de Furiosa en la precuela de Mad Max que prepara Goerge Miller en Australia?
George Miller se la jugó y quedó impresionado con su calidad como actriz luego de verla interpretar un monólogo
Taylor-Joy cogerá el relevo de uno de Charlize Theron, que cuajó uno de los papeles más míticos en el revival de la saga de acción postapocalíptica en 2015, sorprendiendo a propios y extraños. ¿Cómo decidió Miller contar con ella? Pues gracias a una película que no se ha estrenado y una escena clásica del cine de los 70 (vía IndieWire).
Tanto como Miller como Edgar Wright han confesado que el director australiano se quedó prendado de la actriz cuando vio el primer montaje de Última noche en el Soho, la película que Wright estrenará el próximo noviembre en cines.
"Sabía quién era Anya, pero nunca la había visto actuar hasta que vi Soho", confiesa Miller durante la entrevista. "Recuerdo que pensé: 'Vaya, es interesante'. Y empecé a decirte a Wright 'estoy buscando a alguien que interprete a Furiosa'. Y, antes de que terminara de decirlo, tú respondiste: 'No busques más, es genial, va a ser una superestrella, y trabajar con ella es estupendo'", comenta mientras señala a Wright, que asiente en la charla. Por eso, George Miller se preparó para llamarla y hacerle una audición. Sin embargo, apareció el coronavirus. La pandemia estaba arreciando y la única manera de poder tenerla cerca era con las mayores medidas de seguridad.
"Le dije [a Taylor-Joy]: 'Quiero que hagas una prueba muy sencilla, leer algo frente a la cámara'", argumenta el realizador. Para ello le ofreció un texto para leer, el el monólogo de Peter Finch en Network: Un mundo implacable. El director cree que era un texto ideal para la situación, primero porque está bien escrito, y segundo porque se puede hacer delante de una cámara sin necesidad de réplica u otros actores o actrices implicados. Taylor-Joy se grabó en su iPhone, y si el primer clip fue bueno, Miller le mandó otro indicándole algunas cosas. "Lo clavó totalmente", asegura el director. "Mirad, lo mandé al estudio. Les expliqué por qué pensaba que era perfecta para el papel. Les dije que estaría encantado de hablar del tema, pero era tan genial que no hizo falta. El estudio dijo '¡La tenemos!'", concluye al respecto.
Taylor-Joy tiene una agenda de lo más apretada. Tras Última noche en el Soho, que se estrena en noviembre, protagonizará The Northman bajo las órdenes de Robert Eggers y aparecerá en la nueva película de David O. Russell. Una vez termine este maratón cinematográfico, viajará dirección Australia en 2022 para ponerse bajo las órdenes de Miller. Estamos seguros de que merecerá la pena.
