La pintura y el videojuego toman el protagonismo en una exposición sobre Street Fighter II en el Computer Spiele Museum de Berlin. El artista Stefan Schwarzer retrata su obsesión por este juego a través de 204 peculiares trabajos en diferentes soportes. El artista alemán viaja desde el trazo más infantil, con rotulador y tinta, al cuadro abstracto más elaborado pasando por trabajos en vídeo creando una visión social y diferente de este juego.
Más allá de tratarse de una reunión de consolas, juegos o figuras, esta vez se exponen más de 200 trabajos pictóricos que intentan retratar la obsesión de una generación por el popular título de Capcom, que significó un cambio en la concepción de los juegos de su género.
Según el propio Schwarzer, la cuidadosa selección de los soportes como el rotulador o el lápiz y el papel se debe a la arbitrariedad que estos le ceden a la hora de crear.
El trazo del rotulador le permite retratar "la pasión que los adultos han perdido a través de la furiosa creatividad de un niño al pintar" recreando escenas de combates que muchos jugadores han vivido en sus propias consolas.
La exposición se divide en cuatro grandes bloques: "S.F.II" donde el autor explora el juego de lucha a través del trazo del lápiz en el papel, "Groggy" en el que los rotuladores recrean a los Guile, Ryu, Chun Li o Ken de una forma muy peculiar, "16 bit the middle ages" en el que Schwarzer pasa el formato digital del juego a un tipo de impresión analógica y, finalmente, "Fighting colours", en el que la expresividad del autor sale a través de la pintura con dibujos donde intenta impregnar cada tela con el movimiento que estas permiten.
Una exposición original, aunque algo "sui generis", en la que la pasión por un juego se transmite a partir de diferentes cuadros, láminas y trabajos audiovisuales.