Electronic Arts tenía que darle un cambio a una de sus franquicias estrella, Need for Speed, tras cinco entregas prácticamente consecutivas donde la crítica parecía incomodarse ante las escuetas novedades que iban planteando.
Jesse Abney, productor de este Need for Speed Undercover, fue franco y claro en la presentación. El nuevo Need for Speed seguiría un camino recorrido en otras entregas (en la línea de Most Wanted) pero promete expandir y evolucionar dicha fórmula.
El primer cambio notable lo encontramos en la producción. Undercover vuelve a combinar elementos del cine pulp, vuelven las persecuciones policiales y EA no ha escatimado en gastos a la hora de producir pequeños clips cinematográficos (con la presencia de Maggie Q) para narrar una historia paralela a nuestras acciones como pilotos. "Quisimos que la experiencia llene tanto en nuestros sofás como cuando disfrutamos de la última superproducción en el cine, por lo cual había que cuidar hasta el último detalle, incluida la trama", aseguró Abney.
La historia nos contará en clave de cine negro, cómo un agente del FBI ha de infiltrarse en una banda de crimen organizado, sin apoyo policial o gubernamental que nos cubra las espaldas si fallamos nuestra misión. Aunque esta entrega cuenta con un tono más sobrio que los últimos títulos de Need for Speed, el tuning volverá a estar presente en esta edición aunque de forma más moderada, dando a entender en EA que son bien conscientes de que los excesos cromáticos sobre ruedas ya no son lo que eran.
Tomando buen apunte del éxito de Burnout Paradise, Undercover incorporará de nuevo una gran ciudad (Tri-City Bay) por la que conducir de forma libre e ir realizando las misiones de forma paulatina. El control se ha suavizado, acusando más su componente arcade para atraer a más jugadores y que estos puedan permitirse más licencias al volante (como chocar a toda velocidad y tan sólo empujar a otros coches, etc.). Una de las características clave de Undercover es saber utilizar el tráfico rival como trampas sobre ruedas de forma inteligente. A su vez para los momentos de mayor riesgo, tendremos un botón que activará una cámara lenta dramática, en la que poder movernos con mayor precisión respecto al resto de vehículos.
En el modo principal, deberemos superar diversos retos para ir adquiriendo dinero y acceder a nuevas carreras y misiones. La dificultad irá en ascenso y el número de objetivos durante la carrera, incluyendo peligros y exigiendo mejores tiempos. Mediante un GPS conoceremos la localización de nuestros rivales, a los cuales deberemos localizar y retar. Alejándonos de la historia (principal atractivo de Undercover), dispondremos de varios modos arcade más ligeros. Highway Battle consistirá en carreras rápidas por recorridos prefijados de la ciudad (con rankings online).
Undercover aún necesita potenciar lo mostrado recientemente en Electronic Arts. Esta entrega promete ser la más robusta de la franquicia en años, tras ciertos titubeos o decepciones claras como ProStreet. El regusto a los Need for Speed clásicos nos hace suspirar de nuevo por sus diabólicas persecuciones y refinado control. El 21 de noviembre estará a la venta en todas las consolas disponibles, por lo que pronto saldremos de dudas.
