Una de las estrellas del pasado E3 estaba presente en esta edición de 2007, dispuesto a intentar revalidar los números premios que obtuvo el año pasado. Hablamos de Assassin's Creed, el nuevo juego de acción y sigilo de Ubisoft donde encarnaremos a un miembro de la secta de los asesinos con la misión de evitar que siga el derramamiento de sangre de las cruzadas. Para ello tendremos que resolver una serie de misiones, todas ellas consistentes en asesinatos, en varias ciudades recreadas según documentos históricos de la época.
Si el año pasado la ciudad elegida era Acre, en esta edición se mostró la enorme ciudad de Jerusalén, donde en la demo guiada teníamos la misión de matar a un traficante de esclavos. Primero se nos mostró la demo, que Ubisoft enseñó en la conferencia de Microsoft, y más tarde tuvimos ocasión de probar nosotros mismos uno de los juegos más deseados de este año.
La demo comenzaba con Altair en lo alto de una torre, desde la cual teníamos un punto de vista global de la ciudad de Jerusalén. Ésta tiene un tamaño considerable y ha sido recreada según los documentos de la época. Cada edificio es único, y podemos entrar en todos ellos. En la demo teníamos que matar a un traficante de esclavos, para lo cual teníamos que evitar a unos guardias.
La forma de conseguirlo era escalar hacia un edificio y empujar a un guardia hacia el vacío, distrayendo a los que estaban abajo y permitiendo escabullirnos hacia la zona anteriormente inaccesible. Por supuesto, también podríamos haber atacado directamente a los guardias, tras lo cual habría habido una persecución.
Navegando por la nueva zona entrábamos en un edificio que resultaba ser una trampa. Se activaba una secuencia cinemática, pero totalmente interactiva. El juego adoptaba un toque cinematográfico pero éramos nosotros los que hacíamos avanzar al personaje, del mismo modo que ocurría en ciertas secuencias de Gears of War. Tras esto venía la escena propiamente dicha, en la que teníamos una conversación con el traficante, y éste decidía que sus lacayos debían ocuparse de nosotros, enseñándonos el diseñador de Ubisoft cómo funciona el sistema de combate, del que hablaremos más adelante.
Tras dar buena cuenta de ellos, comenzaba una persecución por la ciudad del objetivo. El traficante de esclavos avanzaba a toda velocidad, empujando a la gente, que dificultaba nuestra marcha. Cada persecución será diferente, pues lo que sucede ocurre dinámicamente, y podemos atajar por edificios, tejados o salientes para evitar el "tráfico" y lograr llegar antes al objetivo. Tras matarlo, tenía lugar una breve secuecia cinemática contándonos algo más de la historia, y llegaba el momento de escapar de los guardias, alertados por el asesinato. Tras unos cuantos movimientos lográbamos subirnos a un edificio y meternos dentro de un pajar, despistándolos.
Luego de esta demo llegó nuestro turno. Sin realizar ninguna misión en concreto, simplemente deambulamos por la ciudad comprobando cómo según nuestras acciones la gente que nos rodea reacciona de forma diferente hacia nosotros, guardando cierto recuerdo. Hay un medidor en la parte superior de la pantalla que hace al mismo tiempo de barra de energía y de barra de alerta, con un sistema de iconos que nos indica si nos han descubierto, si nos están buscando o si nos han perdido la pista momentáneamente.
La ciudad estaba viva, y para evitar llamar la atención teníamos que adoptar un perfil bajo, intentar no tropezar con la gente, y evitar los encuentros en la medida de lo posible. Una mendiga especialmente insistente hacía que la gente se fijase más en nosotros, poniendo en peligro nuestro anonimato. Para pasar algo más desapercibidos, pulsando el botón A, podíamos agachar la cabeza y juntar las manos, como rezando, técnica que se utiliza también para confundirnos entre los monjes.
Otro detalle que merece una gran atención es el sistema de juego, cómo podemos escalar, movernos por los diferentes edificios. Pulsando el gatillo R interactuaremos con los elementos, por ejemplo, nos subiermos a un bordillo, o escalermos por una pared para agarrarnos a algo. Luego podemos escalar, dinámicamente, por los diferentes salientes de la pared, hasta llegar hasta arriba. Lo que tanto nos llamó la atención en la versión del año pasado sigue siendo tan impresionante como antaño, y escalar se hace al mismo tiempo fácil, realista y satisfactorio. Si mantenemos pulsados al mismo tiempo el gatillo y el botón A, entraremos en un modo de carrera libre donde correremos sorteando dinámicamente los obstáculos y saltando, trepando y escalando por los diferentes lugares.
Evitar pasar desapercibido y movernos por la ciudad tiene su gracia, pero en nuestra prueba del E3 decidimos hacer un poco el gamberro y así comprobar cómo funciona el sistema de combate del juego, de evasión y de contraataque. En Assasin's Creed contamos con varios "modos", que se eligen con las direcciones de la cruceta y que activan diferentes acciones asignadas a los botones principales.
En el normal, podemos ponernos en postura de monje, apartar gentilmente a la gente, empujarla o dar un puñetazo. Enfocando a un enemigo, tendremos la opción de intentar asesinarle, algo que es tremendamente certero, aunque si estamos peleando con el enemigo, parará el golpe.
Los modos de combate nos permiten tanto una postura defensiva, atacando y agarrando a los rivales, como una defensiva, permitiéndonos evitar llaves y realizar contraataques. Ésta es la más espectacular, ya que además requiere sincronización. Cuando un enemigo nos ataque, y estemos cubriéndonos, pulsando el botón de contraataque haremos un rápido movimiento, aprovechando la inercia del enemigo, para matarle de un solo golpe, todo ello acompañado de la correspondiente secuencia cinemática. Hay decenas de contraataques diferentes que dependen del contexto y de la situación del enemigo y de Altair.
Sobre el asesinato, es algo que se puede realizar de forma sorprendentemente fácil, pasando inadvertidos. Podemos acercarnos a cualquiera que esté en la calle y, siempre que esté solo, asesinarlo sin que nadie se dé, cuenta, clavándole la daga en el corazon como quien choca accidentalmente con alguien. Lo curioso es que el enemigo (o en nuestro caso, el inocente viandante), seguirá de pie durante un momento, cayéndose a continuación, que es cuando el resto de la gente notará que algo ha pasado.
En un principio nadie sospechará de nosotros, pues nadie ha visto nada, y podremos escabullirnos con facilidad. Pero se nos ocurrió la brillante idea de ponernos a escalar un edificio, e inmediatamente saltaron todas las alarmas. Sin testigos que lo hayan visto directamente, el tipo raro que se pone a escalar un edificio se convierte en el principal sospechoso. Aparentemente, según nos dijo el diseñador de Ubisoft, en la versión final estará penalizado matar a inocentes, ya que formamos parte de una organización que no siempre estará de acuerdo con nuestros métodos y que valora especialmente la discreción.
Assassin's Creed es uno de los mejores juegos que se han presentado en este E3 2007. El juego de Ubisoft cumple todo lo que se prometió en su día, manteniendo su impresionante apartado gráfico. En el mes de noviembre estará en las tiendas dispuesto a convertirse en una referencia.
