A puerta cerrada a cal y canto se mostraba en el stand de Electronic Arts El Señor de los Anillos: La Batalla por la Tierra Media, esperado juego de estrategia en tiempo real con licencia oficial de las películas y de hecho ambientado en sus escenarios. En la presentación entraban grupos reducidos, que se sentaban para ver lo que nos ofrecía el juego de la mano de uno de sus diseñadores.
Lo que vimos fue simplemente impresionante. El clásico mapa de la Tierra Media dibujado por la mano de Tolkien se iba convirtiendo en un escenario 3D, donde se le daba relieve a los accidentes geográficos y se magnificaba el tamaño de los lugares conocidos (a nivel de escala, entre Gondor y Mordor no habría ni dos kilómetros si el mapa fuese verídico a juzgar por el tamaño que se le da a Minas Tirith y a Osgiliath). Por este mapa de la Tierra Media se movían los ejércitos hasta entrar en combate.
Las batallas se presentaban primero de un modo cinemático, y luego teníamos la visión de nuestro campamento, llenísimo de vida, donde los orcos hacían corro alrededor de una pelea. En la demo se construían varios edificios: una carnicería y un "troll pit", donde se crían trolls, construyendo a continuación una de estas criaturas.
Destacan tres detalles muy interesantes. La alta interactividad de las unidades con el escenario, de forma que los Ents agarraban piedras de una torre en ruinas para tirarlas a los orcos, y los Trolls arrancan árboles del juego para devastar a las tropas de Gondor. El segundo es otro tipo de interactividad, la del fuego, que hace que, por ejemplo con flechas encendidas, los orcos puedan prender fuego a un Ent o los hombres de Gondor a un Olifante.
El tercero es el más sorprendente de todos y es la existencia de un sistema de moral que hace que los soldados reaccionen a su entorno. Así, una pequeña compañía de Gondor derrota a unos pocos de nuestros orcos (en la demo se jugaba desde el bando de los malos) y comienza a jactarse de sus éxitos. En esto aparece uno de los Trolls, y los soldados comienzan a tiritar. De igual modo, uno de los Ents, al verse en llamas, no sigue luchando sino que huye. No se ha precisado, pero es posible que la moral haga que incluso en ocasiones las tropas no hagan caso a nuestras órdenes como ocurriría en la realidad.
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Tras esta batalla preliminar pasamos a otra que tiene lugar a las puertas de Minas Tirith, al igual que la apoteósica batalla de la tercera película. Así, vemos el asedio de la ciudad, las catapultas, el ariete con forma de jabalí, la carga de Rohan, la aparición de los Nazgul y la muerte de Theoden (y los Nazgul aterrorizan a los jinetes de Rohan), y por último la embestida de los no muertos. Nos quedamos con unos pocos orcos, y los soldados de Gondor, orgullosos, se rién de ellos. Pero de repente invocamos a un Balrog que, por este orden, primero calcina a todos los jinetes de Rohan con su propia aparición, luego destroza a los restantes soldados de Gondor y, por último, cuando solo queda un soldado y está absolutamete muerto de miedo, el Balrog lo coge con su mano izquierda y lo calcina/aplasta.
Luego se ve una secuencia cinemática en la que el Balrog de Moria se lo... pasa en grande con la población de Gondor, que huye aterrorizada.
Eso fue lo mostrado en la demo y la impresión que deja es excelente. No en vano hay 120 personas trabajando en el proyecto, que usa el engine de C&C Generals pero que aún así tiene una considerable producción detrás, sobre todo a la hora de incluir tal inmensa cantidad de eventos cinemáticos o de crear el sistema de moral. Uno de los juegos de estrategia más prometedores.
