La alegría por el anuncio de la fecha de lanzamiento de Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2, previsto para el 21 de octubre, se ha visto empañada por la polémica en torno al DLC Shadows & Silk, un pack que cuesta 21,99 euros y que incluye dos clanes jugables: Lasombra y Toreador. Estos clanes también están en la Premium Edition de 89,99 euros, junto con otros extras, mientras que la versión estándar del juego costará 59,99 euros.
Las críticas de los fans no se han hecho esperar, al considerar que bloquear dos facciones desde el día uno es injusto, especialmente cuando estos clanes afectan al estilo de juego y a la dificultad de la aventura. En respuesta, The Chinese Room ha defendido la decisión, señalando que el contenido extra forma parte de un desarrollo que ha crecido más de lo previsto.
Las explicaciones de The Chinese Room ante el polémico DLC
"Hemos realizado una enorme cantidad de cambios durante estos años, basándonos en las pruebas, en lo que pedía la comunidad y en el propio desarrollo de la historia", explicó Ian Thomas, director narrativo. "Hemos estado ampliando mucho respecto a lo que habíamos planeado inicialmente, añadiendo historia, características y contenido incluso en las últimas semanas".
El equipo insiste en que estas expansiones no son simples añadidos superficiales. "No es solo relleno que lanzamos por lanzar", aseguró Jey Hicks, director de diseño. "Todo mantiene el mismo nivel de calidad que el resto del juego".
El proyecto, que comenzó en manos de Hardsuit Labs y pasó a The Chinese Room en 2021, se describe ahora como un "sucesor espiritual" del clásico de 2004. Pese a la polémica, el estudio afirma que los retrasos han servido para ofrecer un juego más amplio y con más opciones, aunque parte del contenido llegue en forma de DLC de pago.












