Aunque en otros tiempos los videojuegos eran noticia habitualmente por sus efectos nocivos entre la población, actualmente hay muchos estudios que demuestran todo lo contrario. Otro ejemplo lo tenemos en una investigación llevada a cabo por la Western University (Canadá), que contó nada más y nada menos que con 2.000 participantes, con un cuestionario que evaluaba sus respectivos estilos de vida y hábitos.
El estudio, conocido con el nombre de Brain and Body, planteaba una serie de juegos mentales para evaluar aspectos cognitivos como la memoria, la atención, el razonamiento... La conclusión principal consistió en que existía una fuerte correlación entre jugar a videojuegos (al menos cinco horas a la semana) y tener unas habilidades mentales por encima de la media, hasta el punto de que en dicho aspecto es como si rejuvenecieran 13,7 años. Si se jugaban menos de cinco horas semanales, los resultados tampoco estaban nada mal, porque el estudio concluye que en dicho caso tu cerebro rejuvenece un total de 5,2 años con respecto al resto de la población.
Ya habíamos visto investigaciones que relacionaban el uso de videojuegos con mayores destrezas en ciertos campos cognitivos, pero la novedad de este estudio es que cuantifica dicha relación. Ahora bien, también se deja claro que los videojuegos no son la solución definitiva, y que si quieres cuidar tu salud mental en general (como disminuir el riesgo de ansiedad y depresión) no suponen una herramienta tan efectiva. Para ello, sigue siendo más recomendable tener buenos hábitos y realizar actividad física de forma regular.
Así que la conclusión del estudio canadiense es que efectivamente los videojuegos pueden tener efectos muy positivos para nuestro cerebro, pero deben complementarse con actividades deportivas y que nos obliguen a hacer algo de ejercicio físico, algo que por otra parte ya intuíamos desde hace décadas... ¿O es que no tuvimos un movimiento muy importante en la industria del videojuego con dispositivos como el Wiimote o Kinect?
Por aquel entonces, ya aparecieron estudios e iniciativas que llevaron los sistemas de detección de movimiento a centros de residencias y se idearon un montón de propuestas con fines terapeúticos.