El anuncio de Ghost of Yotei en el pasado State of Play de septiembre para PS5 fue muy bien recibido. La secuela de Ghost of Tsushima, uno de los títulos de mayor éxito de PlayStation, constataba el esfuerzo de Sucker Punch a la hora de desarrollar sus juegos en distintas épocas y partes del Japón feudal. Ha sido el mimo y la pasión de este estudio, que se toma muy en serio la ambientación de sus videojuegos, lo que ha despertado la curiosidad sobre la historia de este Ghost of Yotei, que nos traslada al mítico Monte Yotei, concretamente en el siglo XVII, en lo que sería la antesala de unos eventos históricos muy controvertidos en el País del Sol Naciente.
La historia de Ghost of Yotei hace referencia a un hecho histórico muy oscuro en el pasado de Japón
Ghost of Yotei, que apunta a ser un juego más ambicioso que su antecesor, nos contará una historia especialmente complicada y traumática en el pasado del país relacionada directamente con los Ainu, la tribu que habitaba en torno al Monte Yotei, y su lucha contra las instituciones de la época. A día de hoy, el Monte Yotei es un paraíso turístico, un lugar muy famoso por sus vistas y rutas de senderismo en medio de una naturaleza intacta, pero en el pasado, justo en el que se ambientará el nuevo videojuego de PlayStation, lo cierto es que este monte y toda la región, tenía un significado mucho más profundo para los Ainu, los indígenas que poblaban aquellos lares y cuyo origen se remonta a las Islas Kuriles y la Península de Kamchatka, en Rusia.
Primero hay que ser claros: la datación exacta de los Ainu es incierta y hay mucha controversia al respecto. Los restos arqueológicos los sitúan en Hokkaido desde el 14.000 a.C., cuando la cultura Jomon dominaba la isla. Una isla llena de contrastes.
Mientras Japón se desarrollaba en una dirección, adoptando la agricultura y el budismo, los Ainu seguían su propio camino: una relación con la naturaleza que incluía la caza, la pesca y el comercio como pilares de su vida cotidiana. Su cultura, idioma y religión también eran radicalmente diferentes, muy telúrica y distinta a la que se estaba imponiendo en Japón.
Ghost of Yotei puede hacer hincapié en este contexto 300 años después de los acontecimientos de Ghost of Tsushima, llevándonos a 1603 y mostrándonos en el primer tráiler a la protagonista, Atsu (Erika Ishii), una samurái cuyo trasfondo y pasado puede tener relación directa con los Ainu, ya que los desarrolladores han dicho que será el epicentro de una historia de venganza.
Los Ainu eran un pueblo animista que creía que todo en la naturaleza tenía su propio espíritu, uno de los temas transversales que aparecen, de una manera y otra, en Ghost of Tsushima. Aunque estos indígenas dependían de la caza para sobrevivir, su relación con el mundo natural estaba basada en el respeto y el equilibrio, siendo el Monte Yotei, con su energía volcánica, una especie de epicentro de su cultura y forma de vivir al representar los elementos fundamentales de la tierra: fuego, agua y tierra. ¿Usará esta idea Sucker Punch como carta de presentación para cimentar su jugabilidad? En el primer Ghost of Tsushima, la comunión con la naturaleza y el escenario a través de los zorros, los altares y la forma de relatar el entorno de su protagonista se convertían en piezas jugables que, en esta secuela, pueden volver a tener cierta importancia.
Pero la tragedia de los Ainu es enorme. Este equilibrio sagrado comenzó a desmoronarse cuando Japón, en su afán de expansión, fijó su mirada en Hokkaido y la tierra de los Ainu. La comunión entre ambos pueblos se transformó en una invasión colonial. Este conflicto el cual parece ser el motor de la trama del juego, como la invasión mongola del anterior título. Si nos remontamos a la historia, durante el periodo Meiji (1868-1912), Japón comenzó a imponer su control sobre la isla, buscando promover la agricultura y expandir su territorio. En una lucha desigual, que se tornó en masacre, los Ainu, que apenas llegaban a 30.000 personas, se enfrentaron al empuje de una nación con millones de habitantes. El choque de culturas de esta asimilación y colonización forzosa fue enorme.
No son pocos los que dicen que Ghost of Yotei es historia ficción, y que pueden existir divergencias con los hechos reales -lógico por otra parte- pero lo que sí está claro es que es un escenario para un juego bastante interesante y que tiene muchas similitudes con lo visto en Ghost of Tsushima, pero cambiando un enemigo externo por un conflicto interno.
Un choque de culturas que aún tiene ecos en el Japón actual: Ghost of Yotei puede ser un juego reivindicativo
En un primer momento, Japón intentó forzar la asimilación, pero cuando los Ainu resistieron, el conflicto se intensificó. Con la fuerza militar y la imposición de la agricultura masiva, los Ainu fueron despojados de su territorio y su modo de vida. Se encontraron despojados de su región, de sus tradiciones y de su propia esencia. La rebelión de los indígenas, encabezada por Shakushain, fue brutalmente sofocada cuando fue engañado para asistir a una "negociación de paz", donde fue asesinado, lo que selló la derrota de los Ainu y la conquista de Hokkaido por parte de Japón. Pero la represión no terminó ahí.
Los Ainu, como otros tantos pueblos en Occidente y Oriente Medio, fueron empujados a la marginación y la exclusión social a lo largo de los años, condenados casi a la extinción absoluta dentro del país nipón. No fue hasta 2008, cuando un resurgir de la identidad Ainu exigió justicia, que Japón reconoció a los Ainu como minoría indígena. Pero la lucha por la restauración de sus derechos sigue. Ghost of Yotei ofrecerá, tal vez, una ventana al pasado y una manera de honrar la memoria colectiva de su gente.