Tim Schafer, figura importantísima dentro de la historia de los videojuegos que nos encandiló a todos en la época dorada de las aventuras gráficas con maravillas como The Secret of Monkey Island o Grim Fandango, es uno de los desarrolladores más creativos e ingeniosos del medio. Sin embargo, junto con sus compañeros de Double Fine, en las últimas décadas se ha encontrado en más de una ocasión trabajando en proyectos que han estado en la cuerda floja y han tenido problemas para encontrar financiación o poder salir adelante. Proyectos que, en su mayoría, merecen mucho la pena por su gran personalidad.
Uno de esos títulos que hoy queremos desempolvar del cajón de los recuerdos y que estuvo cerca de no ver la luz del sol es precisamente uno de los juegos más personales y carismáticos de Schafer, un cóctel gamberro en el que el actor Jack Black era la estrella de la función. ¿Os acordáis de él? Hablamos de Brütal Legend.
Brütal Legend: Un juego brutalmente divertido y, tal vez, irrepetible
Brütal Legend fue un juego lanzado para consolas PS3 y Xbox 360 en el año 2009 desarrollado por Double Fine y distribuido por EA en el que los jugadores tomábamos el papel de Eddie Riggs, un pipa de una banda de heavy metal que por misteriosas cuestiones del destino acababa transportado a un mundo de fantasía inspirado en demonios, criaturas sobrenaturales y mucha, mucha música heavy.
De entrada, la ambientación y el diseño artístico de Brütal Legend llamaba poderosamente la atención por mostrar un mundo enorme, variado y muy original, influenciado sobre todo por la obra de Frank Frazetta (ilustrador de las novelas de 'Conan') y por el arte de muchas de las portadas de discos de míticas bandas de heavy metal de la historia de la música. Pero el juego también destacaba por el hecho de estar protagonizado por una de las estrellas de Hollywood más simpáticas, el genial Jack Black, quien además también es músico de heavy metal y unos años atrás había protagonizado la película 'School of Rock'.
Con todo, Jack Black no era la única celebridad que había colaborado con Double Fine en este título (en España, todo hay que decirlo, el actor Santiago Segura realizaba el doblaje de Eddie). En un alarde de inteligencia, el equipo logró convencer a otros músicos como Ozzy Osbourne, Lemmy, Rob Halford o Lita Ford de participar interpretando a distintos personajes de la historia, algo que pocas veces hemos podido ver de tal manera en otros videojuegos.
Por supuesto, y como no podría ser de otra manera, la música en un juego como Brütal Legend era otro factor clave y fundamental para poner la guinda a su mundo alocado y bestial, y en ese sentido los amantes del heavy metal no podrían desear una banda sonora más icónica ya que la de este juego contaba con hasta 107 canciones de 75 grupos diferentes, algunos realmente populares y estándares de esta subcultura, como Motörhead, Dragonforce, Rob Zombie, In Flames, Judas Priest o Mastodon, por mencionar solo unos pocos. La variedad de temas era fabulosa e incluso mayor que la de algunos juegos musicales de la época como Guitar Hero o Rock Band.
Lo más curioso de Brütal Legend, no obstante, no eran ni su mundo abierto ni su sincero homenaje al heavy metal, sino su cóctel jugable. Y es que a nivel de mecánicas la singular aventura de Eddie Riggs ponía sobre la mesa una mezcla de géneros a priori nada compatibles, pero que conseguían encajar entre sí (aunque puede que a algunos no acabase de convencer esta fórmula).
Eddie podía enfrentarse a hordas de enemigos en el cuerpo a cuerpo con su hacha y también tocar solos de guitarra para invocar poderes especiales. Así mismo, podíamos utilizar un coche para recorrer el vasto mundo y hasta participar en carreras. Pero a todo esto había que sumar llegado cierto momento de la trama un fuerte componente de estrategia en tiempo real, pues como si fuesen batallas de proporciones épicas similares a un gran concierto de música, Eddie debía comandar unidades y enviarlas a derrotar rivales para abrirse paso por distintos territorios.
Este mismo planteamiento se podía disfrutar en el curioso modo multijugador de Brütal Legend, apto para equipos de hasta cuatro contra cuatro -aunque no era esta su gran baza, ya que podríamos decir que la chicha estaba en el modo para un jugador-.
En cualquier caso, al final del día, el intento de Double Fine por ofrecer un juego distinto y atrevido fue un trabajo, como mínimo, digno de respeto. Un proyecto muy en la línea de la compañía que rebosaba corazón, cariño y un montón de entretenimiento de calidad con risas aseguradas. Además de que no nos debemos olvidar que, por supuesto, fue un tributo imprescindible para los fans del heavy metal desde el primer minuto hasta el último. Y es un milagro que pudiésemos jugarlo, ya que iba a ser publicado al principio por Vivendi Games, pero después de que Activision se fusionase con Blizzard, Bobby Kotick quiso abandonar el proyecto y apartarlo en un limbo. Por fortuna, después de varias demandas y problemas legales, EA pudo agenciarse su distribución y lanzarlo al mercado.
Mucho heavy y mucho humor
En su día, en nuestro análisis, os contábamos que Brütal Legend nos había encantado por ser "una experiencia de juego única por su combinación de factores: varios géneros jugables, mucha música de calidad, humor sin cortapisas, y un apartado artístico digno de mención". Y a vosotros, ¿qué os pareció esta obra de Tim Schafer? ¿Creéis que merecería volver a la vida con más entregas?