Cuando jugamos al primer Marvel’s Spider-Man, la sensación que tuvimos en todo momento mientras nos balanceábamos por Nueva York, disfrutábamos de su acción y nos sumergíamos en su historia fue la de estar, como fans del lanzarredes, ante un sueño hecho realidad. Sí, tenía detalles con cierto margen de mejora, pero nunca antes ningún videojuego había captado con tantísimo acierto la esencia del personaje tanto en lo jugable como en lo narrativo.
Por ello, no es de extrañar que su secuela haya sido uno de los juegos más esperados de los últimos años, un título que prometía darnos el control tanto de Peter Parker como de Miles Morales en una historia conjunta en la que ambos Spider-Men deberían hacer frente a Venom, uno de los villanos más carismáticos y queridos de todo el universo de Marvel, a quien debíamos sumar otros grandes enemigos de la talla de Kraven o Lizard.
Sin duda, las expectativas eran altísimas, pero por suerte para todos, Insomniac Games sobrepasó incluso nuestras esperanzas más optimistas para deleitarnos con otra aventura imprescindible y uno de los mejores videojuegos de superhéroes que se han hecho jamás.
Un sueño hecho realidad para fans de Spider-Man
En líneas generales, el estudio jugó muy sobre seguro con esta secuela, ofreciéndonos una aventura de acción en mundo abierto que hereda mucho tanto del original como de Marvel’s Spider-Man: Miles Morales. De este modo, volvemos a balancearnos por una Nueva York que ahora se ha ampliado con la inclusión de los distritos de Queens y Brooklyn mientras detenemos delitos y participamos en diversas actividades marcadas con iconos, encontramos coleccionables y, por supuesto, superamos un buen puñado de misiones que van desarrollando la trama principal.
Sin embargo, las mejoras son palpables desde el primer momento en todos y cada uno de sus apartados. Para empezar, ahora nuestros personajes son muchísimo más ágiles y rápidos, lo que nos permite movernos por la ciudad a velocidades de auténtico vértigo que hacen que sus predecesores parezcan que se muevan a cámara lenta, algo que también trae consigo nuevas habilidades y acrobacias como poder desplegar nuestras alarañas para planear y volar o improvisar un tirachinas usando diversos elementos del escenario para impulsarnos y salir disparados a toda velocidad. Ahora mismo no se nos ocurre ningún juego de este estilo que tenga un sistema de movimiento más satisfactorio y divertido, mejorando sustancialmente un apartado que ya nos parecía inmejorable de por sí y consiguiendo que nos sintamos como el auténtico Spider-Man cuando jugamos.
Los combates también han ganado enteros a pesar de partir de la misma base. A algo tan aparentemente simple como tener ahora la posibilidad de bloquear y realizar paradas perfectas (lo que nos obliga a leer mejor a nuestros rivales para saber cuándo defender y cuándo esquivar), se le suman nuevos gadgets, nuevos movimientos de combate, nuevos y variados tipos de enemigos y nuestra novedad favorita: el traje negro del simbionte. Este último, además de tener una importancia capital en la historia y en el desarrollo de los personajes, confiere a Peter una fuerza descomunal y unas habilidades extremadamente poderosas y violentas que nos permiten arrasar con todo y sentir su furia, lo que contrasta mucho con la agilidad y gracilidad habitual de este superhéroe, algo que se hace incluso más patente cuando pasamos a controlar a Miles.
Por supuesto, todas estas mejoras también se aplican a los jefes, unas batallas espectaculares, intensas, desafiantes, largas y muy épicas que nos han puesto los pelos de punta y nos han dejado con la boca completamente abierta, dejando a la altura del betún lo que vimos en las entregas anteriores.
Las mejoras continúan con su diseño de misiones, simple y llanamente increíble. Todo lo relacionado con la historia principal está a un nivel muchísimo más alto que en sus predecesores, maravillándonos con un momentazo tras otro y con una puesta en escena y un sentido del espectáculo que ni siquiera las propias películas del UCM han conseguido igualar. Y ojo al ritmo del que hace gala, ya que no hay no hay nada de relleno y no nos deja ni un solo momento de respiro con situaciones de lo más variadas y tensas que nos han tenido al borde de nuestro asiento sin pestañear.
Para rematar, el título nos ofrece una historia sencilla pero muy bien escrita en un guion en el que destacan, sobre todo, sus personajes, quienes derrochan carisma y humanidad. Y sí, no nos habíamos olvidado de destacar su apabullante apartado audiovisual, el cual exprime PlayStation 5 para deleitarnos con el que es a fecha de hoy el título más puntero a nivel técnico de la consola.
Como ya hemos dicho varias veces, Marvel’s Spider-Man 2 es un sueño hecho realidad. Un juego espectacular, divertidísimo, con mucho ritmo y cuidado hasta el extremo que capta a la perfección la esencia del personaje para que podamos ponernos la máscara y sentirnos de verdad como el superhéroe más famoso y popular de la Casa de las Ideas. Todo un imprescindible.
