Francia vive su tercera jornada de disturbios tras la muerte de un joven de 17 años por los disparos de un agente de policía, quien se encuentra en prisión preventiva. La oleada de protestas ha ido escalando desde la capital, París, hasta otros puntos del país vecino, protagonizadas sobre todo por menores de edad. Es por eso que Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, ha pedido a los padres que intenten contener a sus hijos evitándoles que acudan a estas manifestaciones en las que ya se cuentan 500 edificios asaltados y 1.900 coches quemados.
Sin embargo, en declaraciones a la prensa tras una reunión de emergencia de una célula de crisis interministerial creada ex profeso por estas protestas, Macron ha dejado caer que la culpa de la violencia que se está viendo en las calles de Francia no es tanto de la frustración de la población joven, sino de los videojuegos: "Parece que algunos reproducen en la calle lo que los videojuegos le han enseñado", dice el presidente (aunque en francés utiliza un término más peyorativo, 'intoxicar', para referirse a la influencia de los videojuegos en los jóvenes).
🇫🇷 Voici la déclaration dans son intégralité : "On a le sentiment que certains vivent dans la rue les jeux vidéos qui les ont intoxiqués". pic.twitter.com/7U8DFD6A0E— AlertesInfos (@AlertesInfos) June 30, 2023
El presidente de Brasil también arremetió contra los videojuegos
Curiosamente, Macron no es el primer líder político que este año ha arremetido contra los videojuegos: Lula da Silva, presidente de Brasil, comentó hace apenas un par de meses que los niños de su país dedican demasiado tiempo a jugar a videojuegos "que enseñan a matar", calificándolos de "porquería" y culpando a quienes les ofrecen dispositivos como tablets a niños de "4 años cuando empiezan a llorar".