Microsoft ha presentado mucho software, pero también ha tendido la mano a los usuarios que buscan nuevas versiones de sus consolas. El hardware, en el Xbox Showcase, cuyo resumen al completo tenéis ya disponible, ha concluido con una nueva versión de Xbox Series S, que cambia el aspecto de la consola en terminación blanca de Redmond por un acabado black carbon similar al de Xbox Series X. Además, aumenta su capacidad a 1TB de SSD. La nueva consola llegará en septiembre por 349 dólares, justo coincidiendo con el lanzamiento de Starfield, del que hemos visto algo más.
Una consola económica que busca aumentar la capacidad del disco duro y que se añade a la familia Xbox Series
Microsoft, durante su presentación, ha confirmado que están siempre buscando nuevas formas de aumentar la familia Xbox y darle a los jugadores la posibilidad de elegir el hardware que necesitan para el ocio.
Así ha nacido la nueva Xbox Series S con 1TB de SSD, una nueva versión de la consola existente, que cambiará su color por el de la hermana mayor de la línea, la Xbox Series X.
Esta consola cuenta con la misma velocidad y rendimiento de última generación de la Serie S de 512 GB, no es una máquina con cambios internos, aunque ahora cuenta con el doble de almacenamiento, un aspecto que se le reclama constantemente a las nuevas máquinas desde casi su lanzamiento. El sistema, claro está, es compatible con las opciones del hardware de Microsoft, como Quick Resume, tiempos de carga ultrarrápidos y jugabilidad de hasta 120 FPS, todo con la tecnología de Xbox Velocity Architecture. Compatible con el servicio de suscripción Game Pass, como no podía ser de otra forma -hablamos de una consola sin lector de discos, enteramente digital-, llegará el día 1 de septiembre por un precio de 349,99 dólares. Y estará disponible para reservar en todo el mundo en las próximas semanas.