En nuestras impresiones tras jugar las primeras cuatro horas de Final Fantasy XVI os hemos contado que es un título con un "ritmo demencial" donde no faltan "las situaciones emocionales y los "momentos desgarradores". Además de confirmar la influencia de Juego de Tronos en el tono del RPG, el director y productor Naoki Yoshida nos ha contado que el título será una "montaña rusa" emocional.
"Comparamos la experiencia de Final Fantasy XVI a subirse en una montaña rusa", arranca Yoshida en una conversación en Madrid compartida con otro medio. "Hay un montón de emociones diferentes que queremos que sientan los jugadores. Eso es lo que intentábamos hacer al crearlo. Queríamos algo que en un momento te agite y en otro momento te produzca tristeza, y en otro momento tengas una escena muy, muy emotiva. A eso era a lo que apuntábamos; va a ser muy variado".
Una historia con paralelismos con nuestro mundo
Como es habitual en la saga, no será necesario haber jugado las entregas anteriores para disfrutar de esta, pues es una historia única en un mundo nuevo. Pero sí habrá elementos que la relacionan con los juegos previos, como las invocaciones (aquí llamadas eikon y con un papel muy interesante en el argumento), y los cristales, que en el continente de Valisthea se tratan de manera similar al petróleo en nuestro mundo.
"Los cristales son importantes para las naciones. En Final Fantasy XVI los cristales se pueden comparar a un campo petrolífero. Y al igual que en el mundo real, de los campos petrolíferos extraemos petróleo, y eso hace funcionar a nuestra civilización", dice el director. "Es muy similar en FFXVI: de los Cristales Madre extraes el éter, que hace funcionar la magia en el mundo, y esa magia se utiliza en la vida diaria".
El conflicto narrado en el juego es consecuencia del agotamiento de este poder: "El problema en Valisthea ahora es que tienes dos cosas que están amenazando la manera de vivir. Tienes las tierras estigias, que se están expandiendo y destruyendo la tierra, de manera que la gente no puede vivir ahí, ya que no hay magia en esos territorios".
"El otro problema", continúa, "es que se está reduciendo el éter que procede de los cCristales Madre. No hay éter suficiente para sustentar el modo de vida al que están acostumbrados. ¿Y qué hacen? Ven el país vecino, ven que tienen un Cristal Madre y que tienen éter, así que lo quieren para ellos. Ahí es donde emerge el conflicto: es una lucha por los recursos del mundo para sobrevivir".
El paralelismo con las disputas de nuestro mundo no se quedan ahí: "Uno de los puntos clave de la historia es que Clive conoce a gente que está intentando librarse de la dependencia de los Cristales Madre y están intentado de nuevo destruir ese ciclo". Sin embargo, Yoshida no dio más detalles, pues emplaza a los jugadores disfrutar de "la historia y averiguar cuál es el significado de todo esto".
Final Fantasy XVI estará disponible el 22 de junio para PS5.