Parece que la guerra de consolas que se ha iniciado en esta generación está más presente que nunca en los despachos, tribunales y asuntos gubernamentales, ya bien sea por las investigaciones para saber si se aprueba o no la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft o ahora por saber si Sony está obrando de una forma adecuada con sus contratos de exclusividad de ciertos títulos para PlayStation.
Y es que el senador republicano de Dakota del Norte (Estados Unidos), Kevin Cramer, ha acusado a Sony de tener un comportamiento anticompetitivo y ha pedido información a Kenichiro Yoshida, CEO de la compañía, acerca de los contratos de adquisición de otros estudios o de exclusividad de videojuegos para las consolas PlayStation entre otra información sensible.
I sent Sony Corporation a letter regarding its anti-competitive behavior and to request information on the company’s acquisition agreements. https://t.co/9hRkuw5JFF— Sen. Kevin Cramer (@SenKevinCramer) April 13, 2023
Los acuerdos de exclusividad y los movimientos para impedir que Microsoft compre Activision Blizzard son clave para este senador
Según su carta Cramer está preocupado por el dominio de Sony en el mercado de los videojuegos "y sus esfuerzos por perpetuar su posición actual, algo que puede poner en peligro una importante oportunidad de desarrollo económico para Dakota del Norte" ya que este Estado estadounidense ha desarrollado una estrategia para intentar ser líderes de su país en educación informática y preparar a "los estudiantes para carreras en el mundo de los videojuegos".
"Dada la creciente importancia de esta industria para Dakota del Norte me preocupan los informes que apuntan a que Sony parece aprovechar su liderazgo para excluir a la competencia en lugar de permitir la elección para jugadores y desarrolladores" mostrándose preocupado sobre si el dominio actual de Sony se puede atribuir a prácticas excluyentes como los contratos de exclusividad para que ciertos editores no distribuyan sus juegos en las plataformas rivales.
Además, para Cramer el intento de Sony de oponerse a la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft es un ejemplo de su "conducta anticompetitiva" sobre todo por la presión que la compañía nipona estaría ejerciendo sobre otros reguladores de mercado, lo que lleva a este senador a pedir a Sony copias de los acuerdos de exclusividad con otros estudios (como por ejemplo el que ha cerrado con Square Enix para la exclusividad de Final Fantasy XVI y también toda la correspondencia que haya mantenido con diferentes organismos gubernamentales o reguladores de Estados Unidos y que estén relacionados con la competencia en el sector de los videojuegos.