The Last of Us va a dar el salto a televisión el próximo 16 de enero a través de HBO. Después de bastantes filtraciones y de mucha expectación, la ficción capitaneada por Craig Mazin y Neil Druckmann está más cerca que nunca, y los primeros avances oficiales han mostrado un producto bastante fiel a los videojuegos a pesar de que va a tomarse libertades en determinadas partes de su narrativa y con la representación de la violencia del videojuego original de Naughty Dog. Aunque los fans están muy emocionados con esta nueva serie, esta no es la primera vez que se ha intentado llevar a The Last of Us al formato cinematográfico. The New Yorker ha realizado un reportaje muy completo en el Druckmann explica por qué se canceló el primer intento de convertir a su obra en película.
Los responsables de las Resident Evil de Milla Jovovich no estaban convencidos con Sam Raimi
Corría el año 2014, poco después de la publicación del primer The Last of Us a puertas del fin de la generación de PlayStation 3. El juego fue todo un fenómeno que enamoró tanto a los seguidores habituales del medio como a aquellos que no habían tocado un mando en su vida. Screen Gems, compañía que forma parte de Sony Pictures responsable de las Resident Evil de Paul W.S. Anderso, tenía por aquel entonces los derechos del proyecto para realizar una adaptación cinematográfica. En los primeros compases del planteamiento del proyecto, y en colaboración plena con Druckmann, se quiso contratar a Sam Raimi para llevarlo a cabo. Raimi, director especializado en género de terror con películas como Posesión Infernal a sus espaldas, parecía el indicado para representar la esencia de género que transmitía el videojuego.
No obstante, parece que los planteamientos iniciales que hizo Raimi no terminaron de encajar con lo que Screen Gems buscaba. Tal y como se recoge en el reportaje mencionado, querían algo "más grande y más sexy". Lo que buscaba Raimi era crear una especie de Guerra Mundial Z con toneladas de acción y chasqueadores por todas partes, combinando actos de terror estilo survival horror con otros a lo Left 4 Dead (para que nos entendamos). La combinación desde luego no era mala, pero los directivos del estudio buscaban otro tipo de tono y el proyecto se fue apartando cada vez más hasta verse cancelado. Algo más estilo No es país para viejos.
El perfil de Craig Mazin encaja mejor y el formato serie es ideal
Además, trasladar las 15 horas (aproximadamente) del primer The Last of Us a película era un poco imposible, puesto que se perdería mucho material por el camino, y eso habría hecho que la obra de Naughty Dog no fuera bien valorada. El formato seriado, por el contrario, ofrece mejores posibilidades y permite que las historias puedan contarse de forma más amplia, aumentando el número de arcos de personajes que podemos ver y ahondando más en cada uno de los protagonistas.
Parece que después de todo, Craig Mazin encaja mejor con lo que se busca para The Last of Us: puro suspense rodeado de un terror palpable. Mazin demostró con Chernobil de lo que era capaz, y los primeros tráilers de la adaptación de HBO han encantado a la audiencia. ¿Estaremos frente al mejor producto cinematográfico de videojuegos?
