El pasado 15 de octubre, Hellena Taylor, la actriz de voz habitual de Bayonetta, emitió un comunicado a través de su perfil de Twitter personal en el que explicó los supuestos motivos por los que no está de vuelta en Bayonetta 3, el cierre de la trilogía que se pondrá a la venta en exclusiva para Nintendo Switch el próximo 28 de octubre. A grandes rasgos, Taylor comentó que PlatinumGames le ofreció una oferta máxima de 4000 dólares por doblar el videojuego entero, algo que le pareció un insulto a la profesión, motivo por el cual decidió invitar a los fans a no adquirir el hack and slash de lanzamiento. Sin embargo, dos fuentes anónimas supuestamente cercanas al caso y que dicen haber tenido acceso a la documentación relacionada con las negociaciones del acuerdo han revelado una versión de los hechos muy distinta al medio Bloomberg.
Según ambas fuentes, PlatinumGames decidió contratar en un inicio a Taylor para doblar Bayonetta 3 en cinco sesiones de cuatro horas de duración, pagando por cada una de ellas entre 3000 y 4000 dólares. De esta manera, la actriz se habría embolsado cerca de 15.000 dólares en total por el trabajo, aunque rechazó la oferta y exigió "una suma de seis cifras y beneficios residuales". El estudio de desarrollo japonés se negó a pagar la cifra que pedía Taylor y finalmente decidió contratar a Jennifer Hale, la actriz que prestó su voz a Samus Aran en la trilogía de Metroid Prime, quien por cierto también se ha pronunciado sobre el tema.
Taylor sostiene su versión y carga contra PlatinumGames
Taylor ha contestado rápidamente a estas declaraciones ofrecidas a Bloomberg señalando que son "una absoluta mentira" y que PlatinumGames solo está "tratando de salvar su culo y el videojuego", además de que le gustaría "dejar atrás toda esta maldita franquicia" para seguir con su vida en el teatro.
Por el momento, PlatinumGames no ha emitido un comunicado oficial ni se ha pronunciado sobre el tema, aunque Hideki Kamiya, uno de los máximos responsables de Bayonetta, no tuvo pelos en la lengua a la hora de calificar la "actitud de falsedad" de Taylor como "triste y deplorable".
