El programador Javier Ramello y el artista Pablo Hernández llevaban ya unos años trabajando en distintos estudios de videojuegos cuando decidieron que querían intentar concienciar sobre el peligro que supone para el medio ambiente la actividad actual del ser humano y entendieron que para ello necesitaban crear un estudio propio. Así nació en 2018 Herobeat Studios y su primer trabajo, Endling: Extinction is Forever un juego de supervivencia en el que una zorra intenta llevar a sus crías a un lugar seguro. Ramello y Hernández querían comprobar que la idea no era equivocada, por lo que prepararon una demo de unos 5 minutos y se apuntaron a una incubadora. Por aquel entonces el juego, reconocen, tenía otro nombre, Vulpes, "y era casi un simulador de vida de zorro", explica Ramello durante la presentación del juego en el showroom
El resultado les gustó, así que invirtieron todos sus ahorros para realizar un vertical slice que les permitió ganar un premio en el festival 3D Wire, fueron a Gamescom y allí consiguieron un publisher, Handy Games, que conectó con la intención de Herobeat de despertar la conciencia medioambiental de la gente mostrándoles una situación que parece bastante probable se produzca en el futuro. Con esa financiación el estudio ha podido crecer hasta alcanzar las 20 personas que inicialmente iban a trabajar de manera presencial pero que ha tenido que hacerlo en remoto debido a la pandemia.
Una narrativa ambiental para explicar los efectos del cambio climático y el exceso de contaminación
Herobeat ha huido del efectismo y de textos, "queríamos evitar hacer un documental de esos que habla de que se derriten los casquetes polares", dice Hernández la pantalla está limpia y todo se cuenta a través de lo que sucede en cada escenario y es probable que incluso haya partes que el jugador no vea si se mantiene en el camino principal.
El estudio quiere que esa concienciación llegue a través de la conexión emocional que establezca el jugador con los protagonistas, con la madre y sus crías, las cuales todavía no han nacido cuando empieza el juego, "que el jugador sienta que está en una Tierra en la que los seres humanos han acabado con los recursos naturales", dice Ramello. La hembra y sus cachorros son los últimos en sus especie; de hecho, el propio nombre del juego es la palabra inglesa utilizada para esos animales con los que se extinguirá una raza.
Entre las decisiones más valientes que ha tomado Herobeat está la de que los cachorros sirvan para marcar las vidas que tiene el jugador. Los veremos en el útero de su madre, nacer, permanecer indefensos en el refugio sus primeros días de vida mientras la zorra sale en busca de alimento, ir luego con ella cuando ya sean más mayores, crecer... y podemos verlos morir. Mientras quede algún cachorro vivo podemos seguir avanzando pero si mueren todos es el equivalente al final de partida y hay que elegir entre volver a jugar el último día con cachorros o empezar el juego desde cero.
El interés en la supervivencia de los cachorros va más allá de esa conexión emocional que establezca con ellos el jugador, ya que esos cachorros conseguirán cuando atraviesen una experiencia vital una de las habilidades que servirán para encontrar recursos "se elige de manera semialeatoria a uno de los cachorros para que le suceda algo que le hace aprender esa habilidad", explica Ramello, y gracias a ese aprendizaje de las crías podremos acceder a zonas nuevas del juego si retrocedemos en los escenarios, que habrán cambiado por la acción del ser humano. Debido a esto es también dura la pérdida de uno de los cachorros, su muerte es permanente, privará al jugador de acceder a esas zonas y se notará hasta en la música —compuesta por Manel Gil-Inglada e interpretada por Tina Guo (chelo) y Rusanda Panfili (violín), ambas habituales de la orquesta de Hans Zimmer—, ya que cada cachorro está asociado a un instrumento y, si muere, dejará de sonar dicho instrumento, quedando más patente la sensación de pérdida en el jugador.
Múltiples peligros para un animal que está en la parte media de la cadena alimenticia
Los peligros para las crías son múltiples. "El zorro aprovecha que vive en un mundo en el que hay elementos humanos, son muy adaptables y eso nos hizo decir que sería un zorro, porque no está en lo alto de la cadena alimenticia ni abajo, puede cazar animales pequeños y ser cazado, vivir en entornos con humanos y comer los desperdicios y adaptarse a las situaciones ambientales, aunque la basura de los humanos es una ventaja que puede convertirse en una trampa", apunta Ramello, hay animales que pueden atacar a los cachorros y la madre deberá defenderlos, y los humanos, algunos al menos, supondrán también un peligro para la camada, un despiste o no conseguir comida a tiempo puede acabar con alguno de ellos. A la protagonista le interesará llamar la atención lo menos posible, "nos daba juego que sean animales nocturnos porque por la noche puedes moverte sin que te vean, y por el día es más complicado campar a tus anchas", añade Hernández.
En Herobeat no querían que la protagonista tuviera más habilidades de las que tendría un animal real, a veces no entenderá qué sucede "queríamos que fuese normal, que su motivación fuera dar de comer a sus cachorros y ya. Si trepa es porque los zorros trepan, no queríamos hacer nada que los zorros no hicieran, no es una peli de Disney en la que la zorra puede entender a los humanos", expone Ramello. De la misma manera, han intentado mostrar un mundo que se parece bastante a lo que puede ser el planeta dentro de 30 años, y lograr la sensación de credibilidad de lo que se muestra y el comportamiento de la protagonista. El estudio llegó a esa imagen después de analizar algunos de los problemas ambientales y económicos a los que pueden llevar nuestras acciones del presente como la contaminación de las aguas subterráneas, la basura electrónica, el cambio climático, los desastres naturales, el colapso del capitalismo, los refugiados climáticos o la degradación ambiental, "ni Pablo ni yo somos activistas, pero teníamos la preocupación por diferentes temas que queríamos tratar en los videojuegos para llegar a un público al que no llegan estos mensajes planteando un mundo en el que se diesen estas circunstancias a las que llegaremos más pronto que tarde", afirma Ramello.
Distintas zonas que muestran la degradación ambiental producida por la acción humana
El juego comienza cuando se produce un incendio forestal intencionado en una zona natural en la que no se han tomado medidas de conservación, los jugadores que exploren y se fijen en los detalles verán quién y cómo contribuye a que se degrade el mundo. De allí la familia de zorros pasa a un parque natural que está contaminado en el que hay una fábrica textil que va degradando el entorno, también se verán restos de intentos de energías renovables que nos salieron bien, de manera que los recursos se irán agotando y la protagonista deberá buscar otra zona, una granja de ganadería intensiva y un bosque que va desapareciendo poco a poco. En otras partes del juego habrá un vertedero y un campamento de refugiados climáticos que supondrán que hay que buscar nuevos recursos para subsistir. Los miembros de Herobeat afirman que no es un juego con un alto nivel de exigencia, es un juego que busca ser contemplativo y dar que pensar después de haberlo terminado, pero sí está pensado para mantener al jugador en tensión intentando que todas las crías sobrevivan.
No todo pinta oscuro en Endling, sus creadores apuntan a que también hay personas que intentan ayudar a los animales, "a pesare de toda la información, sigue habiendo gente que intenta hacer las cosas con cabeza y sin destruir", apostilla Hernández. Endling: Extinction is Forever sale el próximo día 19 en PC, PS4, Xbox One y Switch.