Un reciente artículo publicado en el medio Gamerhub (vía Gaming Bolt) desvela nuevos detalles de lo más curioso acerca del desarrollo del Grand Theft Auto original lanzado para PlayStation en 1997. El artículo en cuestión recoge unas declaraciones del artista Stewart Waterson y el programador Ian Johnson, quienes hablan acerca de un experimento que realizaron durante la fase de desarrollo que acabó convirtiéndose en una parte fundamental de la jugabilidad del título para fomentar al caos y la destrucción. Hablamos de la inclusión de los tanques, un arma militar que a día de hoy sigue siendo uno de los vehículos más usados en los GTA modernos.
El tanque recibió multitud de halagos por parte de los jugadores
"La premisa era que había un código de vehículos que podíamos utilizar. También había un código de balística que permitía a un peatón giratorio disparar balas en ocho direcciones. Nuestra idea era que si ponías un peatón encima de un coche, y hacías que el coche fuera más lento y aumentabas masivamente el daño de las balas, entonces tenías una versión básica de un tanque", explica Waterson.
No estaba previsto incluir tanques desde un principio ya que desde el equipo pensaba que el juego no lo soportaría, aunque se las ingeniaron para terminar incluyéndolo de una manera muy creativa. "Un grupo de probadores y compañeros de equipo que habían entrado antes estaban jugando con los tanque. Se lo pasaron en grande".
Gracias al buen feedback por parte de los jugadores afortunados que probaron la versión preliminar del juego, finalmente optaron por incluir el tanque. "Aunque tuvimos que ajustarnos a algunas normas aceptadas en el diseño del juego, los equipos que controlaban esas piezas clave introdujeron a la fuerza ese núcleo de caos absoluto, de destrucción sin sentido. Luchábamos para intentar conseguir una oportunidad de hacerlo, y si nos lo rechazaban, lo íbamos a hacer de todos modos", añadió el desarrollador. Lo curioso de esta anécdota es que el GTA original, desarrollado por DMA Design, iba a ser un juego de conducción llamado Race'n'Chase, aunque gracias a la inclusión de ciertos elementos como el propio tanque la idea acabó derivando en una especie de simulador de crímenes que terminó derivando en una de las sagas más rentables de la historia.
