El remake de The Legend of Zelda: Link's Awakening está a la vuelta de la esquina. El 20 de septiembre, los jugadores de Nintendo Switch podrán aventurarse en la Isla Koholint. Los medios de comunicación han podido acceder ya a una versión final, y un test muestra que el framerate no es estable.
El juego intenta funcionar a 60 fotogramas por segundo en todo momento, pero hay zonas, sobre todo aquellas de mundo abierto, donde no lo consigue.
Aunque el rendimiento parece haber mejorado desde la demostración del E3 2019 (donde los cambios entre los 30 y los 60FPS eran más constantes), en la versión final sigue ocurriendo el mismo problema.
La bajada de frames no es tan intensa. En un nuevo vídeo publicado por el canal español Nintendúo se ve cómo en ciertos lugares, sobre todo del mundo abierto, el framerate baja de los 50 fotogramas por segundos, y en momentos muy concretos, le cuesta superar los 40.
Estas bajadas también están presentes en otros momentos. Por ejemplo, al hablar con Marin disminuyen los FPS cuando la cámara se acerca; y al cambiar de zona dentro de una mazmorra, también hay una leve disminución de fotogramas por segundo.
A pesar de que esta es una versión final del juego, no se puede descartar que Nintendo publique una actualización en los primeros días del lanzamiento que solucione estos problemas.
Dejando de lado estos fallos, en nuestras impresiones finales de Zelda: Link's Awakening os contamos por qué la vuelta a la Isla Koholint es una aventura que merecerá la pena vivir.
El juego saldrá a la venta el 20 de septiembre para Nintendo Switch.