EE.UU. ha levantado el bloqueo que había impuesto a Huawei y con el que la administración de Donald Trump pretendía forzar negociaciones en sectores tecnológicos claves, como la tecnología de comunicaciones 5G, que favorecieran a empresas estadounidense en detrimento de sus competidoras asiáticas.
El bloqueo situó a Huawei en una situación en la que no podía hacer negocios con socios estratégicos como Google (que proporciona su sistema operativo Android) o la diseñadora de procesadores ARM, ya que estas empresas con sede en EE.UU. recibieron prohibición de mantener contratos con el gigante chino.
Trump ha retrocedido y ha anunciado también que no va a imponer los aranceles a China, con los que llevaba tiempo amenazando, en un claro cambio de rumbo en su política, infructuosa y confrontacional, de negociación.
"Mandamos y vendemos a Huawei una gran cantidad de productos que forman parte de lo que fabrican, y yo digo que eso está bien. Seguiremos vendiéndoles estos productos", ha dicho ahora Trump tras las reuniones del grupo G-20, que tiene lugar en Osaka (Japón).
Estas medidas quedan condicionadas a acuerdos bilaterales con China y supondría que el bloqueo a Huawei no haya llegado a estar jamás en vigor. En un primer momento Trump quiso imponerlo de manera inmediata, pero se vio obligado a conceder una prórroga hasta el 19 de agosto. Con este nuevo bandazo de la administración estadounidense tras el primer impacto en la cotización bursátil de la empresa, Huawei se quedará como estaba.
📱 "We send and we sell to Huawei a tremendous amount of product that goes into the various things that they make, and I said that that's ok."
Trump comments on #Huawei at #G20 in Osaka, Japan #G20大阪サミット #G20Summit pic.twitter.com/79s8KjP8Cj— TicToc by Bloomberg (@tictoc) 29 de junio de 2019