Desde hace días Venezuela sufre un importante apagón que está causando un caos en las ciudades, agudizado la ya grave crisis social y económica en el país. Aunque se trata de un tema anecdótico comparado con la falta de energía eléctrica, esta crisis tiene su reflejo en el mercado virtual del veterano Runescape.
Runescape tiene una economía de compraventa de bienes virtuales y monedas como ha sucedido con otros juegos masivos, pero al tratarse de un juego antiguo no necesita PC potentes -una razón de éxito en mercados como el venezolano-. Kotaku publicó un artículo hace dos años sobre este fenómeno en el país. De hecho, la situación del 'farmeo' de oro en Runescape dentro de las fronteras de Venezuela se hizo tan notoria que hasta los medios de comunicación comenzaron a prestar atención a este curioso movimiento.
Ahora el apagón ha frenado en seco este mercado y la economía de Runescape lo refleja, multiplicando los precios de ciertos objetos. Reddit recoge este dato y cómo la escasez llega a objetos que antes eran comunes, como los Huesos de dragón: la demanda se mantiene, pero la oferta es muy escasa.
Venezuela era casi el 70% del mercado
Esta subida de precios se entiende mejor al conocer que la minería virtual venezolana alcanzaba casi el 70% del mercado en algunos objetos. Y es que los jóvenes podían ganar hasta 3 dólares por hora en este mercado, unos beneficios superiores a los de muchos profesionales con estudios universitarios en el país.
Fun Fact:
Ya sabíamos que en Venezuela hay gente que trabaja jugando a Runescape, donde pasan todo el día cosechando oro virtual para venderlos en divisas a otros jugadores (más rentable que un empleo).
El apagón causó una crisis económica en el mercado virtual del juego. pic.twitter.com/8C0p2LaF2d— Eduardo Lischinsky (@edulisch) 10 de marzo de 2019
Por supuesto, esto tiene otra cara mucho más grave que la economía de un videojuego: parte de los jóvenes de Venezuela utilizaban Runescape como fuente de ingresos o complemento a los sueldos, de ahí que el apagón no sólo afecte a necesidades básicas sino también a los ingresos de muchas familias.
