En su informe fiscal, Capcom ha dejado caer su interés por adaptar más de sus licencias en la gran pantalla. Su estrategia de marketing pasa por hacer sus licencias una "marca global" y para ello son necesarias las películas.
Esta política no es nueva para Capcom, que en los 90 produjo una película de Street Fighter que todavía genera dinero, y durante años ha producido películas de Resident Evil en imagen real y gráficos generados por ordenador.
En la actualidad hay en marcha una adaptación de Monster Hunter y otra de Mega Man, también con actores.
No se han mencionado las licencias que podrían dar el salto, pero Devil May Cry, que próximamente estrena juego, ya contó con un anime.