La saga Pokémon se estrenará con una nueva entrega este mes de noviembre con Pokémon: Let's Go, Pikachu! / Let's Go, Eevee! para Switch, y para ir calentando motores hemos decidido repasar este verano todos los juegos de la saga, desde las entregas principales a los spin-off, uno cada día, los meses de julio y agosto.
Son más de 20 ańos de historia, con multitud de títulos, desde los más conocidos hasta curiosos y extrańos spin-off, que también repasaremos.
Acompáńanos en nuestro Verano de Pokémon.
Pokémon Edición Roja y Edición Azul (1999)
Empezamos nuestro Verano de Pokémon hablando, como no podía ser de otro modo, de los juegos con los que comenzó todo este gigantesco fenómeno de masas a nivel internacional: Pokémon Edición Roja y Edición Azul (o Verde, como se la conoce en Japón).
Lanzado originalmente en Japón para Game Boy en 1996, no llegaría a Estados Unidos hasta 1998, mientras que en Europa tuvimos que esperar a 1999 para poderlo disfrutar, convirtiéndose en un éxito arrollador allá donde se estrenase con el que Nintendo y Game Freak marcaron a toda una generación de jugadores.
La propuesta del juego fue simplemente magistral y totalmente rompedora para la época: un título de rol clásico con combates por turnos en el que en vez de salvar al mundo teníamos que recorrer un gigantesco mapeado coleccionando, entrenando y evolucionando las criaturas que lo habitaban para convertirnos en el mejor entrenador Pokémon de la historia.
Y todo ello acompańado por una jugada maestra a nivel comercial: lanzar dos versiones del mismo juego con el gancho de que cada una de ellas tuviese criaturas exclusivas que no se pudiesen obtener de forma normal en la contraria, obligando a los jugadores a sociabilizar entre ellos para intercambiar monstruos y así completar su colección.
No en vano, los intercambios se convirtieron en uno de los grandes pilares de la saga, ya que estos también eran necesarios para hacer evolucionar a ciertos Pokémon y obtener algunos que teníamos que rechazar a lo largo de la aventura.
Además del coleccionismo y los intercambios, el tercer gran pilar del juego (y de la serie en general) radicaba en los combates. Con 151 criaturas entre las que escoger, cada una de ellas con sus propias particularidades, tipos (lo que definía sus ventajas y debilidades) y posibles movimientos que aprender, el título escondía una abrumadora profundidad jugable que nos permitía diseńar todo tipo de estrategias únicas para enfrentarnos a nuestros rivales.
Las batallas tenían un desarrollo por turnos muy clásico, con la particularidad de que solo podíamos tener a un Pokémon activo combatiendo contra otro, obligándonos a perder un turno si queríamos intercambiarlo por otro de nuestro equipo, el cual tenía un máximo de seis criaturas, por lo que combatir era algo muy intuitivo, divertido y accesible para cualquier jugador. Otra cosa muy diferente ya era dominar el sistema y crear los mejores equipos y estrategias.
Con esto, el título consiguió despertar un fuerte sentimiento competitivo entre muchos de nosotros, invitándonos constantemente a mejorar y desarrollar nuevas tácticas para así enfrentarnos a nuestros amigos y convertirnos en los mejores entrenadores de nuestro barrio.
Con todo lo mencionado resulta fácil entender el hecho de que Pokémon Edición Roja y Edición Azul desataran una auténtica fiebre y locura colectiva por estas criaturas, pero hay muchas más virtudes que ayudaron a esto.
Por ejemplo, el juego contaba con una ingente cantidad de secretos y pequeńos detalles que hacían de la exploración de su mundo un auténtico gustazo y una aventura irrepetible en la que no parábamos de hacer nuevos descubrimientos, algo que, en una era donde Internet todavía no era algo demasiado habitual, dio origen a multitud de mitos y rumores transmitidos a través del clásico boca a boca y de las revistas de la época.
Si vivisteis esta primera fiebre Pokémon, probablemente todavía recordaréis muchos de los métodos tan surrealistas (y falsos) que surgieron por la obsesión de hacerse con el esquivo Mew, como el referente al famoso camión del S.S. Anne, lo que dio como resultado una auténtica cacería que, con la red de redes ya instaurada, dudamos que se vuelva a repetir algún día de esta manera.
Por supuesto, todo esto no hubiese sido posible sin un elenco de monstruos realmente carismático y bien diseńado, algo en lo que el juego sobresalía. Cada Pokémon era perfectamente reconocible y hacía gala de una gran personalidad y diseńo, por lo que coleccionarlos era algo muy disfrutable.
Para terminar de darle el impulso definitivo, el juego fue apoyado por una gigantesca maquinaria de marketing y merchandising, donde destacaba la serie de animación, la principal encargada de popularizar el título para que no hubiese ningún chaval de la época que no lo conociese y no quisiese emular lo que veía cada día en televisión.
Como podréis intuir, a día de hoy, las Ediciones Roja y Azul han sido superadas ampliamente por sus secuelas y resulta mucho más fácil verle sus costuras, como lo tremendamente desequilibrada que estaba su parte competitiva, pero incluso así sigue siendo una aventura muy recomendable y que consigue hacernos pasar un buen rato con suma facilidad, lo que dice mucho de lo que Game Freak hizo con esta obra.
żY vosotros? żCómo vivisteis la llegada de este fenómeno? żCuántos métodos probasteis para haceros con Mew? żLlegasteis a capturarlo sin recurrir a cartuchos de trucos? żCuáles fueron vuestros Pokémon favoritos? żClonasteis criaturas para completar vuestra Pokédex? żA qué inicial escogisteis? żMissingno os borró la partida? ˇEstamos deseando conocer vuestras respuestas y experiencias!
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