El abogado Jack Thompson, que fue inhabilitado permanentemente para ejercer la abogacía en EE.UU. hace ya diez años y que tuvo una cruzada personal contra Grand Theft Auto y otras sagas de videojuegos (pero que no le impidió invertir en Take-Two), sigue en sus trece y culpa a los videojuegos de la masacre escolar de Marshall County (Kentucky) que tuvo lugar en enero.
Se ha ofrecido pro bono como consejero legal en el proceso judicial y la investigación (al estar inhabilitado, no puede ser abogado ni ejercer como tal; si cobrara por el servicio podría enfrentarse a consecuencias severas por parte del colegio de abogados). Thompson ha ofrecido su ayuda a las autoridades policiales y asegura que el tiroteo ha sido culpa de los videojuegos.
Culpa a los videojuegos tras el último tiroteo en una escuela en EE.UU.
El sospechoso, un joven de 15 años, ha sido descrito por Thompson como un usuario de videojuegos violentos y asegura que eso le impulsó a asaltar el centro escolar.
Hubo dos fallecidos y 18 heridos.
"Lo que pasa con los grandes usuarios de videojuegos es que cuando se les quita la realidad virtual van a buscar hacerlo de verdad en la realidad", ha dicho a medios locales. "Lo hacen sin saber lo que van a hacer", añade.
El gobernador cree que la violencia es un problema cultural
Desde luego, el inhabilitado abogado no es el único que quiere culpar a los videojuegos: el gobernador de Kentucky también ha culpado a los videojuegos, pero como parte de un problema mayor: el uso de la violencia como espectáculo.
"No podemos celebrar la muerte en los videojuegos, en la televisión, en la música, y quitar todo sentido de moralidad y de autoridad superior, y luego esperar que cosas como esta no sucedan", ha dicho el político.
Os recordamos los estudios científicos han mostrado sistemáticamente que no hay relación entre el uso de videojuegos violentos y el comportamiento violento.