El año pasado la justicia estadounidense dio la razón a Nintendo en la demanda por patentes que fue presentada por Tomita Technologies en relación con Nintendo 3DS y su pantalla de imagen tridimensional sin gafas. Sin embargo, la compañía demandante perdió un recurso y el fallo ha sido nuevamente a favor de Nintendo. Ya no quedan posibles apelaciones.
Seijiro Tomita, de Tomita Technologies, decidió recurrir al tribunal de apelaciones de EE.UU. tras el fallo de 2016. La sentencia determina finalmente que Nintendo 3DS no infringe ninguna patente de esta compañía y se indica expresamente que la portátil usa tecnología "significativamente diferente" a la de las patentes presentadas por la demandante.
La demanda alegaba que la pantalla 3D sin gafas de la consola portátil Nintendo 3DS violaba la patente número 7.417.664 de la compañía, registrada en 2003 y concedida en 2008.
La primera victoria fue para Tomita en 2013
La batalla legal se remonta a 2011, cuando Tomita Technologies presentó la demanda. En 2013 la primera sentencia dio la razón a Tomita y se condenó a Nintendo a pagar un 1,82% del precio de cada unidad vendida a los distribuidores (es decir, no sobre el precio final del producto, sino sobre el precio al que Nintendo vende las consolas a las distribuidoras), además de más de 200.000 dólares en daños.
En la demanda se resaltaba la figura de Seijiro Tomita, diciendo que ha sido un "científico e ingeniero" con casi 30 años de experiencia en Sony antes de dejar la compañía y empezar a registrar múltiples patentes de las que es inventor.
En el texto no se indicaba cómo la pantalla 3D sin gafas de Nintendo 3DS violaba la citada patente de Seijiro Tomita, pero el juez le dio la razón y Nintendo se preparó para apelar.
El juicio original fue declarado nulo
En 2014 la apelación de Nintendo dio la razón a la compañía y se sentenció entonces que en el anterior proceso judicial "el juez había interpretado erróneamente un elemento esencial", invalidando la sentencia original. Esto forzó que se tuviera que repetir todo el juicio anterior, cuya sentencia se dictó en 2016.
Al repetirse el juicio a consecuencia de la apelación de Nintendo, anulando el primero, Tomita Technologies tenía derecho a presentar una apelación, lo que hizo. Sin embargo, ahora se ha declarado que no hay base para la apelación.
Además, hay que tener en cuenta que Tomita Technologies ha intentado llevar el caso a los tribunales japoneses, pero la justicia nipona tampoco ha encontrado elementos que sustenten sus acusaciones por lo que ese caso ha sido desestimado.